La Esposa de Lobo romance Capítulo 471

Los espectadores a los lados miraron la conmoción y no pudieron evitar burlarse: “Él no deja de llamarse a sí mismo joven amo. ¡Qué payaso!”.

“¡Es un payaso!”.

“¡Esta experiencia me abrió los ojos!”.

“Ja, ja, ja…”.

Zenith palideció de ira.

Los demás miembros de los Crestfall también se pusieron rojos de ira.

¿Acaso Zenith no merecía que le regalaran el vino?

¿Quién más en la sala era digno?

¿Podría ser Andrius?

Esta idea fue descartada tan pronto como apareció en su mente.

Ni siquiera Zenith de los Mangold era digno de que le sirvieran, entonces ¿cómo podría serlo un pueblerino como Andrius?

¡Solo había una posibilidad!

El dueño tuvo malas intenciones desde el principio. ¡A pesar de que había dicho que regalaba el vino, pero en realidad quería que ellos pagaran la cuenta!

Tras darse cuenta de esto, Zenith se burló: “Crecí en la capital e incluso estudié en el extranjero por muchos años, pero ahora que estoy en este pequeño lugar llamado Sumeria, me encontré con una estafa como esta. Es bastante ridículo”.

“Señor, si no es capaz, no tiene que fingir ser un santo y traernos dos botellas de vino a nuestra habitación privada. Esperó hasta que terminamos de beber para hacer una treta como esta…”.

“¿No le parece ridículo?”.

“No me andaré con rodeos. ¡Yo, Zenith Mangold de la familia Mangold, no pagaré! ¿Qué piensas hacer al respecto?”.

Tras decir esto, Zenith se dirigió hacia la salida con prepotencia. Creía que, siendo el joven amo más rico de la capital, el dueño no se atrevería a ofenderle.

Es por esto que era arrogante.

Sin embargo, la realidad volvió a darle una sonora bofetada.

“¡Guardias!”, gritó Lacles.

Durante las últimas horas, no habían dejado de decirle ‘joven amo Mangold esto, joven amo Mangold lo otro’. Y en ese momento le pedían que pagara la cuenta.

¡No podía hacerlo!

Zenith también entró en pánico.

Era cierto que la familia Mangold era una de las más poderosas de la capital, y también era cierto que él era Zenith Mangold, el joven amo de los Mangold.

Sin embargo, los miles de millones que había llevado consigo habían sido invertidos en ese proyecto, y aún no había conseguido su siguiente lote de fondos. Además, después de sus escapadas a los burdeles y la cantidad que gastaba en mujeres, tenía menos de un millón en su tarjeta...

¿Cómo iba a pagar?

No podía vender su riñón, ¿verdad?

Sin embargo, esta era la situación en la que se encontraba. Si se atrevía a negarse, Lacles realmente podría hacerle algo.

Ante esto, Zenith no tuvo más opción que apretar los dientes y sacar su teléfono para pedir ayuda. Llamó al teléfono de su familia, pero nadie contestó.

Llamó al teléfono de su padre…