La Esposa de Lobo romance Capítulo 483

Resumo de Capítulo 483: La Esposa de Lobo

Resumo de Capítulo 483 – Uma virada em La Esposa de Lobo de Internet

Capítulo 483 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de La Esposa de Lobo, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Urbano, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Marlowe pareció algo decepcionado al oír la primera frase, pero se entusiasmó al oír la siguiente frase.

Al menos el Rey Lobo lo reconocía y estaba dispuesto a aceptar su regalo.

Sin embargo, su expresión no tardó en tornarse afligida mientras decía con tristeza: “Rey Lobo, la verdad es que traje varios anillos conmigo: de zafiro, obsidiana, diamante… Los tengo todos”.

“Pero no traje conmigo el anillo Guardián del Amor de mi colección que vale 9 900 millones de dólares. ¿Debería hacer que lo traigan?”.

En su opinión, el valor de salvar una vida no podía pagarse con dinero. Ante la petición del Rey Lobo, Marlowe quiso expresar su gratitud con la mayor sinceridad y presentar su anillo más caro. Esa era la única manera de transmitir su gratitud.

Andrius dijo con indiferencia: “No es necesario. Solo saca los anillos que trajiste contigo. Escogeré uno de ellos”.

Andrius sabía cómo era Zenith.

Marlowe era el magnate joyero más famoso de Florencia, por lo que Andrius confiaba en sus criterios. Aunque los anillos que Marlowe llevaba consigo no fueran los más valiosos de su colección, seguirían siendo superiores a los de Zenith. Sería más que suficiente para eclipsar a Zenith.

“Oh… De acuerdo”. Marlowe sacó de inmediato varios anillos y los presentó con orgullo. “Rey Lobo, este anillo de zafiro se llama ‘El Corazón del Océano’. Fue confeccionado por nuestro reconocido joyero de Tartán y vale 150 millones. Simboliza un amor tan vasto y sin fin como el océano, que es infinito y sin fondo”.

“Este anillo de rubí se llama…”.

Andrius los examinó todos con cuidado.

Él tenía la impresión de que a Luna le gustaba el rosa. Por esta razón, su mirada se posó en uno de los anillos rosas que tenía una gran gema.

Para su sorpresa, el interior de la gema se asemejaba a un cielo profundo y estrellado, con una luna creciente rodeada de estrellas centelleantes. Cuando la sostuvo bajo la luz, la luna y las estrellas emitieron un resplandor brillante, complementándose mutuamente y brillando con intensidad.

¡Era perfecto para Luna!

Marlowe le había estado prestando atención a Andrius, así que cuando vio la expresión de interés en el rostro de este, introdujo el anillo de inmediato: “Rey Lobo, este anillo se llama ‘El Lazo de la Luna y las Estrellas’. Fue confeccionado por la mejor joyera de Florencia, Selina Phelps”.

“A la señorita Phelps siempre le ha gustado diseñar y crear anillos de diamante inspirados en el clásico concepto del amor, incorporando los elementos románticos clásicos de Florencia”.

“A ella le tomó tres años completar ‘El Lazo de la Luna y las Estrellas’. Fue un trabajo arduo que simboliza el compañerismo y el amor de una pareja y lo compara con el de la luna y las estrellas que desprenden un brillo sin fin juntas cada noche”.

“La revista de joyería más prestigiosa de Florencia, ‘Gemas de Florencia’, consideró este anillo como la ‘mayor muestra de romance’ y el ‘pináculo del amor’. Se volvió muy popular entre las florencianas. En aquel entonces…”.

Una expresión presumida apareció en el rostro de Marlowe. “En aquel entonces, el magnate de la joyería más importante del mundo, Della Oldman, gastó 600 millones para comprarlo, pero yo le gané al ofrecer 660 millones y al final me las arreglé para hacer que este pináculo del romance de Florencia se quedara en su tierra natal. Es perfecto para su amada”.

Todas las luces del recinto se apagaron, excepto el foco sobre el piano del escenario, el cual se convirtió en el centro de atención de todos.

El concierto comenzó.

Sin embargo, el que estaba en el escenario era el alumno de Luke. Luke sería el último en presentarse.

La relajante melodía fluía y resonaba por toda la silenciosa sala.

Sin embargo, Halle no estaba escuchando en absoluto.

Luna tampoco estaba tan interesada porque estaba ahí por Luke.

Es por esto que las dos se sintieron adormiladas.

Después de un rato, un mesero en un traje blanco se les acercó y susurró: “Señorita Crestfall, un caballero quiere verla. Por favor, venga conmigo”.

¿Un caballero quería verla?

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