La Esposa de Lobo romance Capítulo 484

¿Era Andrius?

¿Qué estaba planeando?

Varios pensamientos vagaban por la mente de Luna, pero se levantó para caminar hacia el pasillo.

Fiuuu.

De repente, una luz cayó y brilló sobre Luna, lo cual la convirtió en el foco secundario del concierto e hizo que captara la atención de todos.

Este repentino giro de los acontecimientos la dejó algo aturdida. Sin embargo, siguió caminando hacia delante.

“¡Damas y caballeros!”. En el escenario, el presentador habló de repente: “Lo siguiente es… Una propuesta cuidadosamente preparada. ¡Hay una persona que quiere pedirle matrimonio a esta hermosa, elegante y amable dama conocida como la señorita Luna Crestfall!”.

Tan pronto terminó de hablar, varios músicos aparecieron de entre las sombras del escenario. Algunos tenían violines, mientras que otros llevaban trompetas, y todos comenzaron a tocar a la vez.

La canción que tocaban era ‘¿Quieres casarte conmigo?’. La melodía era ligera como una corriente que entraba lentamente en los corazones de la gente.

Las mujeres de la multitud se quedaron estupefactas.

Muchos se quedaron boquiabiertos y se olvidaron de reaccionar por un momento. Muchos también se taparon la boca, con cara de envidia. Algunos sacaron sus teléfonos y empezaron a grabar la romántica escena.

Halle también estaba confundida.

¿Acaso Andrius le estaba pidiendo matrimonio a Luna?

¡Eso no era posible!

¡Él le había dicho que su boda con Luna era falsa!

Entonces, ¿quién podía ser?

Mientras la canción continuaba, la presentación llegó a su cumbre, y Luna llegó al escenario.

Fiuuu…

De repente, una figura salió de las sombras. Se trataba de Zenith, quien tenía una sonrisa en la cara e iba vestido con un traje negro y un corbatín, atuendo que lo hacía ver formal.

“¡Luna!”. Zenith se arrodilló con una rodilla con un ramo de rosas para ella en mano y dijo con un profundo afecto: “Desde el primer momento que te vi, supe que estábamos destinados a estar juntos. No puedo alejarme de ti, no puedo escapar de ti. Pienso en ti en cada momento de mi vida desde que te conocí”.

Al ver esto, Zenith pensó que Luna había accedido a casarse con él y se llenó de alegría. Estaba a punto de levantarse y agarrarle la mano para besársela.

Fiuuuu…

De repente, todas las luces se apagaron.

Solo la zona donde se encontraba el piano permaneció iluminada.

Sin que nadie se diera cuenta, apareció alguien. Iba vestido con un lujoso traje negro. Su cuerpo estaba perfectamente proporcionado. Su figura era alta y recta, y su rostro afilado y anguloso. En aquel momento, desprendía un aire de elegancia.

Se sentó lentamente en el banco del piano, mostrando su gracia.

Era como si esta acción estuviera profundamente arraigada en sus huesos después de practicarla miles de veces.

Su compostura y caballerosidad hacían que la gente se olvidara incluso de mirarle a la cara. Solo al final reaccionaron y se fijaron en su rostro.

¡Era Andrius!