La Esposa de Lobo romance Capítulo 499

Luna también estaba luchando. Sus gritos estaban llenos de desesperación y vacilación.

Sin embargo, el guardaespaldas de Zenith la sujetaba y ella no tenía forma de liberarse.

"¿Bestia?". Zenith se rio entre dientes, se quitó el abrigo y comenzó a desabotonarse la camisa. Se dirigió a Halle con una sonrisa siniestra. “¡Te mostraré lo bestia que puedo ser! Jajaja...".

Crack...

En ese momento, una patrulla entró acelerada a la Mansión Fénix. Andrius salió del coche y al instante frunció el ceño cuando vio la oscuridad.

“¿Hm?”.

Vio vagamente las luces de las linternas de donde venían algunos gritos estridentes. ¡Era Luna!

Sin dudarlo, Andrius corrió y pronto llegó al pasillo.

En la habitación, Luna estaba siendo sujetada por varios guardaespaldas y Halle estaba inmovilizada por Allen. Zenith abusaba de Halle mientras estaba desnuda.

"¡Estás buscando la muerte!", gritó Andrius en voz alta, sorprendiendo al grupo por un momento.

Solo quedaron atónitos por un momento, pero Andrius ya había llegado a la cama. Con una poderosa patada, golpeó a Zenith en la entrepierna.

"A-ahhhh...".

Zenith dejó escapar un grito escalofriante en el aire y se estrelló contra la pared. Agarró sus testículos y cayó pesadamente al suelo.

La sangre se filtró por sus diez dedos. ¡Estaba claro que con esta patada, Andrius había destruido la virilidad de Zenith!

Le resultaría imposible plantar más semillas durante su vida.

¡Zum!

¡Zas!

¡Zum, zum, zum!

Los guardaespaldas finalmente reaccionaron y quedaron sorprendidos y furiosos. Todos rodearon a Andrius para atacarlo.

Las piernas de Allen se debilitaron. En el instante en que quedó aturdido, los subordinados de Marcus se lo llevaron a rastras.

Poco después, los miembros de la Sociedad Médica también llegaron después de escuchar la noticia. Quien los encabezaba era el encargado de la celebración, el presidente, Angus Cline.

"Señor Freely, soy el presidente de la Sociedad Médica de la capital, Angus Cline. Acabo de verificar. Las personas fueron afectadas por el gas somnífero, provocando que perdieran el conocimiento. Sin embargo, no es nada grave. Ya he hecho arreglos para obtener ayuda”.

Marcus vio que la gente de la Sociedad Médica ya estaba trabajando y asintió con gratitud. "Gracias, Señor Cline".

Angus hizo un gesto con la mano y dijo: "Es lo que debería hacer la gente de la profesión médica".

A medida que se les administraba el antídoto, las personas inconscientes recobraron el sentido una tras otra.

“¿Me desmayé?”.

“No fuiste solo tú. Todos se desmayaron. ¡Ese extranjero nos drogó!”.

"¿Extranjero? Maldita sea, sabía que no se podía confiar en esos malditos extranjeros. ¡No son más que problemas!”.