La Esposa de Lobo romance Capítulo 53

Halle tiró del borde de la camisa de Andrius e intentó convencerlo de que se fueran. "Andrius, deja esta farsa. Vámonos".

"¿Por qué?". Andrius se sentó con confianza y continuó: "Quiero que el dueño me diga si la gente como yo, que no tiene dinero ni poder, puede cenar aquí".

Halle frunció los labios. Quería convencerlo de lo contrario, pero las palabras se le quedaban atascadas en la garganta. Sabía que Andrius podía ser alguien poderoso, pero Venus tampoco era una desconocida.

De hecho, era más profunda y misteriosa, e incluso el alcalde Freely le tenía miedo.

Halle no entendía por qué Andrius se atrevía a desafiar a Dick. ¿De dónde había sacado esa confianza?

A Halle cinco minutos le parecieron una eternidad.

Finalmente, el tormento terminó cuando se acabó el tiempo.

Dick miró su Rolex y dijo: "Rufián, se acabó el tiempo. Has elegido la muerte, así que no me culpes por ser duro".

Justo antes de que Dick pudiera sacar su teléfono para llamar a sus hombres, se oyeron pasos apresurados. El ruido metálico de los tacones captó la atención de todos cuando vinieron de las escaleras.

Todos en el restaurante vieron a una seductora mujer con un vestido rojo y el cabello recogido bajando las escaleras.

"¿No es Venus?".

"¿Por qué está aquí? Creía que su paradero era un misterio".

"Ella rara vez ha aparecido en el restaurante desde su apertura".

La famosa Venus Valentine captó la atención de muchos hombres, y les hizo desatender a sus parejas frente a ellos.

Dick estaba conmocionado. Se acercó a Venus y le dijo: "Venus, tú...".

Pero antes de que Dick pudiera terminar sus palabras, Venus le pasó por delante y se acercó a Andrius.

Bajo la mirada curiosa de todos, Andrius preguntó: "¿Así que tú eres la dueña de este restaurante?".

La cabeza de Venus permaneció agachada. Dijo con reverencia: "Soy Venus Valentine, pero puede llamarme Venus. Soy la dueña de este restaurante. ¿Cómo puedo dirigirme a usted, señor?".

"Andrius Moonshade. Quiero saber si alguien que no tiene dinero ni poder como yo puede cenar aquí".

"Sí. ¿Por qué no?". Venus miró a Andrius con una mirada seductora y dijo en voz baja: "Los comensales del Restaurante Roman son todos igualmente respetados, y siempre nos regimos por la regla del orden de llegada".

El giro de los acontecimientos avergonzó a Dick.

Apenas podía mantener la sonrisa de asombro en su rostro. Sacó su tarjeta dorada y dijo: "Venus, soy miembro del restaurante Roman y he gastado millones en los últimos años. Tus reglas hacen que mis gastos parezcan una broma".

"Este es mi territorio, y mis palabras son las reglas aquí". Venus fulminó a Dick con la mirada y dijo fríamente: "Dick Holland, no damos la bienvenida a los problemáticos en el restaurante. Por favor, vete inmediatamente".