La Esposa de Lobo romance Capítulo 554

"Te llamé porque quiero que tú y Frank echen un vistazo. Voy al ayuntamiento para hablar con el departamento encargado y ver qué puedo hacer a partir de ahí".

Entonces Luna agarró su bolso y salió de la oficina con Athena.

Andrius y El Gordo Frank se dirigieron al Instituto Valiente.

"¡Señor Moonshade!".

"¡Señor Moonshade! ¿Van a demoler el Instituto Valiente?".

"¿Qué está pasando? ¿Por qué la demolición repentina?".

Los soldados que estaban de voluntarios también estaban presentes, y rodearon a Andrius en cuanto llegó.

"No será demolido". Andrius miró a los honrados soldados que se ofrecieron como voluntarios para ayudar a pesar de los inconvenientes. Dijo: "No se preocupen, mientras yo esté aquí, este edificio no será demolido".

Aunque ya no era el Rey Lobo, no podía permitir que pasara algo así.

"¡Genial!".

"Lo sabía. ¿Por qué lo derribarían?".

"Tenía tanto miedo de que fueran a demoler este lugar".

Los soldados suspiraron aliviados y rápidamente cambiaron su preocupación por sonrisas brillantes.

Andrius también se sintió aliviado.

Vrum...

Rrrrr...

Fue entonces cuando una caravana llegó al lugar.

El coche líder era un Rolls Royce, seguido de muchos otros coches caros. Todos y cada uno de los coches costaban millones.

¡Chiiirr!

Los soldados voluntarios no recogieron el dinero y simplemente miraron a Jenson en silencio.

"¿Qué pasa? ¿No quieren el dinero?".

Jenson comenzó a perder la paciencia. "Escuchen, pobres desgraciados. Soy Jenson Sunner, el nuevo encargado de este proyecto. No quiero repetirlo. ¡Tomen el dinero y lárguense! Montón de perdedores, ¿de verdad creen que servir en el ejército los hace hombres? Tienen una placa de perro en el cuello. ¡Eso los convierte en perros, no en hombres!".

El arrogante hombre insultó duramente a los voluntarios, llamándolos perros.

Los voluntarios estaban furiosos. Todos tenían los puños apretados.

Algunos temperamentales dieron un paso al frente y gritaron: "¡No nos insultes! ¡Las placas de perro son nuestras medallas de honor!".

"Esta y cada medalla que recibimos del ejército es un reconocimiento de nuestra contribución al país. No es algo que puedas simplemente insultar".

Los demás miraron a Jenson.

"Tss tss...", Jenson chasqueó la lengua con desprecio y se burló: "¿Contribución? ¿Tienes idea de cuánto he contribuido al Estado de Río Este?".