Resumo do capítulo Capítulo 555 de La Esposa de Lobo
Neste capítulo de destaque do romance Urbano La Esposa de Lobo, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
"¡Fuera de mi vista! ¡¿O quieren que mis guardaespaldas los jodan?!".
Cuando Jenson dejó de hablar, los guardaespaldas se acercaron.
Los soldados voluntarios estaban siendo menospreciados e insultados. Todos ellos apretaron los puños y los dientes con fuerza, negándose a apartarse.
"M**rda".
En el rostro de Jenson apareció un toque de maldad. Les hizo una señal a sus guardaespaldas para que continuaran con la intimidación.
Los guardaespaldas dieron un paso adelante al unísono. Todos llevaban un aura fuerte, lo cual era prueba de que eran expertos.
En cambio, los soldados habían luchado antes en el campo de batalla y no tenían miedo a una simple intimidación.
Como el ambiente se volvía más tenso a cada segundo, una lucha feroz podría comenzar en cualquier momento.
"Espera". Andrius se acercó a Jenson y le dijo con frialdad: "No me importa quién seas. El proyecto del Instituto Valiente pertenece a la Corporación Luna Nueva, así que no tienes derecho a ladrar como un perro aquí. Antes de que se firmen los documentos, ni siquiera tienes derecho a estar aquí. Toma tu dinero y vete de inmediato, o no me culpes por ponerme violento".
Jenson se enfureció cuando Andrius lo amenazó.
En la capital, menos de un puñado de personas se atrevían a hablarle con palabras tan atrevidas. Incluso el gobernador del estado respetaba a su familia.
Esa era la razón por la que vino a Sumeria con tanta prisa y quería establecer el proyecto lo antes posible. Quería aprovechar esta oportunidad para reclamar el mérito ante su padre y demostrar su capacidad.
No esperaba encontrarse con unos soldados testarudos, y uno de ellos incluso lo amenazó.
"¡Jajaja!". Jenson se rio. Miró a Andrius con desprecio y lo ridiculizó: "Sumeria es realmente un lugar desordenado. No me iré, quiero ver qué harás al respecto".
Luego, cogió una silla de un lado y se sentó con las piernas cruzadas. Sacó un cigarro de su bolsillo interior y su secretaria se lo encendió.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: La Esposa de Lobo