La Esposa de Lobo romance Capítulo 585

Andrius era realmente hábil en la pelea.

Cuando volvieron en sí, Andrius ya había desaparecido.

"¡Andrius está intentando escapar!".

"¡Rápido! ¡Encuéntrenlo y tráiganlo de vuelta, o no podremos explicárselo a los Hewitt!".

"Ese inútil habló con tanta rectitud, pero planeó escapar hace tiempo. Quiere hacer de los Conery su chivo expiatorio. ¡Maldita sea!".

Los miembros de los Conery estaban furiosos y gritaban mientras buscaban.

Sin embargo, por mucho que buscaron, no pudieron encontrar a Andrius. Parecía que realmente había desaparecido y escapado de la finca.

"Ese maldito Andrius Moonshade... Luna, mira al perro de tu marido. ¡Se atrevió a atacar a los Conery frente a ti!".

"¡Luna, él es tu hombre, así que debes asumir la responsabilidad por esto!".

"¡Luna, ustedes los Crestfall realmente no tienen vergüenza ni sentido de la responsabilidad!".

"Eres una desgraciada. Maldita sea. ¡Todos los Crestfall deberían morir!". El grupo de personas no pudieron encontrar a Andrius, así que descargaron su ira contra Luna.

"Ya basta. Este asunto no tiene nada que ver con Luna. ¿Por qué la culpan? Si tienen las agallas, vayan a culpar a los Hewitt". Rainbow finalmente habló.

Sus palabras silenciaron a todos en los Conery y luego consoló a Luna: "No te preocupes demasiado, Luna. Ya que Andy dijo que se encargaría, definitivamente se encargará".

Al ver esto, Renault también dijo: "El señor Moonshade dijo que tomará un día, así que solo dale un día. No habrá ningún accidente".

Luna se sintió ofendida. Se sintió extremadamente agraviada.

Este asunto fue causado por Andrius, pero ella tuvo que cargar con las consecuencias. Tuvo que soportar los insultos de los Conery y soportar las pérdidas que sufrieron.

¿Por qué?

¿Por qué tenía que soportar todo esto sola?

En ese momento, Luna sintió un repentino anhelo por el hombre que una vez estuvo por encima de todos: el Rey Lobo.

Si el Rey Lobo aún estuviera aquí...

Él no la dejaría sufrir así. Definitivamente daría un paso adelante y resolvería este asunto.

Sin embargo...

Víctor las abofeteó con fuerza, acercándolas con una expresión de satisfacción en su rostro.

"Nenas... Mientras me sirvan bien, seguro que tendrán beneficios que disfrutar en el futuro".

Las hermanas estaban encantadas.

"¡Joven AmoHewitt, si dice eso, entonces tendré que usar mi movimiento supremo!".

"¡Joven Amo Hewitt, aquí tiene!".

Los tres se fueron enfrascando poco a poco.

¡Bam!

En ese instante, la puerta se abrió violentamente de una patada.

El panel de la puerta se hizo añicos y un trozo aterrizó en la cara de Víctor, asustándolo tanto que todo su cuerpo tembló y sus pelotas se encogieron.

Los tres se sobresaltaron y miraron hacia la puerta.

Allí se encontraba una figura con expresión fría e indiferente. Era Andrius.