La Esposa de Lobo romance Capítulo 66

Connor parecía serio en el vídeo mientras sostenía su tarjeta de identificación delante de su pecho mientras explicaba los rumores en detalle.

Los periodistas eran como tiburones que perciben la sangre y se abalanzan sobre Solomon en un abrir y cerrar de ojos.

En pocos segundos, los periodistas tenían a Solomon completamente rodeado; Luna se quedó sola.

"¡Sr. Stormbrew!".

"¿Cuál es su comentario sobre la acusación de Connor Rogers?".

"¡Sr. Stormbrew!".

"¿Amenazó y sobornó, o instigó, a Connor Rogers para que difamara a la Corporación Luna Nueva?".

"¡Sr. Stormbrew!".

"El ayuntamiento tiene en el punto de mira a las bandas y van en serio. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Le importaría compartir algunos comentarios?".

"¡Sr. Stormbrew!".

Los periodistas trataron a Solomon de la misma manera que antes trataron a Luna. Le lanzaron un aluvión de preguntas ridículas sin cesar.

De repente, Solomon se convirtió en el blanco de todas las miradas.

Parecía furioso mientras apartaba a los periodistas. "Yo, Solomon Stormbrew, nunca he hecho ni haré tal cosa. Soy un buen ciudadano. Connor Rogers debe estar actuando bajo las órdenes de Luna Crestfall, ¡por eso me acusa! ¡Esto es una difamación! ¡Una difamación descarada!".

Los periodistas se giraron de nuevo hacia Luna, pero no soltaron a Solomon.

Luna no quiso seguir discutiendo con el hombre sobre el tema. Se burló y dijo: "Sabes mejor que nadie si te estoy difamando. Solomon Stormbrew, ¡me acordaré de esto!".

Con su respuesta, los periodistas se volvieron de nuevo hacia Solomon, esperando su respuesta.

Solomon sabía que su plan se había frustrado con Connors poniéndose en su contra.

Cuanto más tiempo se quedara, más avergonzado se sentiría. Salió del círculo y se dirigió a su coche, que estaba más lejos. Tenía el aspecto más desdichado posible.

Cuando entró en su coche, miró a Luna y criticó para sus adentros: "¡Esa p*rra! ¡Algún día te atraparé! ¡Pagarás por el insulto que he recibido hoy!".

Acto seguido, pisó el acelerador y se alejó. Cuanto más tiempo se quedará, hasta su coche estaría rodeado de periodistas.

El Gordo Frank sabía que solo gracias a Andrius esta tarea se había completado sin contratiempos.

Se rascó la cabeza torpemente y preguntó: "Luna, ¿puedo traer a Andrius conmigo? Con él, puedo hacer las cosas mucho más rápido".

Luna le miró sorprendida.

¿Tan capaz era Andrius?

Sacudió la cabeza y pensó que debía ser el efecto psicológico del Gordo Frank. "Puedes traerlo pero no golpees a nadie, ¿entendido?".

"¿Por qué íbamos a golpear a alguien?". El Gordo Frank rio torpemente, "De ninguna manera. No le pondremos un dedo encima a nadie".

Luna respondió con un murmullo ante la seguridad del Gordo Frank.

El Gordo Frank salió de la oficina con una amplia sonrisa.

Un rato después, Harry entró en la oficina.