La Esposa de Lobo romance Capítulo 78

Un par de piernas hermosas y largas salieron del coche.

La mujer entonces se acercó a Andrius con una suave sonrisa. Era Suletta, la nieta del anciano al que Andrius había salvado el otro día.

El anciano era Anthony Henderson, el hombre más rico de Sumeria.

Cuando Suletta vio a Andrius haciendo trabajo laborioso y moviendo maletas de un lado a otro, se quedó sorprendida.

"Señor Moonshade, gracias por salvar a mi abuelo ayer. Si no hubiera sido por usted, mi abuelo no hubiera sobrevivido".

Andrius la reconoció, pero como estaba en medio de mover el equipaje de Rainbow, simplemente tarareó una respuesta y no extendió la conversación.

"Señor Moonshade, ¡le hizo un gran gesto a nuestra familia al salvar a mi abuelo! Dígame cómo deberíamos recompensarlo". Suletta de cierta manera se veía orgullosa cuando hizo la oferta.

Cualquier cosa que Andrius pidiera, los Henderson podrían hacerla realidad.

Andrius dijo: "Es el deber de un doctor es salvar a las personas. Si realmente quiere agradecérmelo, un simple 'gracias' es más que suficiente".

A Sulette le hizo gracia. Había nacido en una familia rica y el dinero era Dios para ella. Creía que el dinero tenía el poder de moverlo todo en el mundo. El deber de un doctor no era más que una excusa.

Creía que Andrius estaba demasiado apenado como para pedir una recompensa, así que le ofreció un cheque bancario. "Señor Moonshade, esto son cien millones. No es mucho, pero es una muestra de nuestra gratitud. Por favor, tómelo".

Andrius frunció el ceño. "Dije que salvé a su abuelo porque no quiero ver morir a alguien frente a mí, no por la recompensa".

Sulette confundió sus palabras. Pensó que no era suficiente y que debía aumentar la cantidad para llegar a su expectativa.

Entonces, sacó una carta dorada y dijo: "Señor Moonshade, aquí tiene mil millones. Supongo que esto es suficiente para mostrarle nuestra gratitud".

Andrius se quedó sin palabras. "Dije que no es cuestión de dinero".

Bien. Suletta volvió a tomarlo mal y pensó que aún no era suficiente, así que decidió volver a aumentar la cantidad.

"¡Dos mil millones!" .

Suletta agitó dos de sus dedos frente a Andrius.

Molesto, Andrius dijo: "¡No necesito dinero!".

Andrius la ignoró y pasó junto a ella. Siguió llevando el equipaje de Rainbow al dormitorio.

Cinco mil millones, ¿y aún no era suficiente?

Suletta se vio obligada a mirar a Andrius de otra manera, no por lo virtuoso que era, sino por lo codicioso que era.

"Señor Moonshade, ¡no puedo ofrecerle más que eso!", gritó a la espalda de Andrius. "¡Tengo que ir a pedirle más instrucciones a mi abuelo!".

Entonces se subió a su coche y se fue.

Rainbow vio la escena cuando regresó con su té boba. Miró sorprendida a Andrius y le preguntó: "Andrius, ¿esa es la nieta del hombre más rico de Sumeria?".

"Creo que sí".

Andrius no se inmutó.

Dado su estatus, hasta la persona más poderosa de un país tenía que hacer fila para conocerlo en persona.