La Esposa de Lobo romance Capítulo 79

No tenía tiempo para la nieta de algún rico de la ciudad.

"¿La conoces?", Rainbow preguntó. "¿Qué quiere de ti?".

Ella estaba lejos y no oyó la conversación entre Suletta y Andrius.

Andrius solo dijo: "Quería darme cinco mil millones, pero le dije que no".

¡Pft!

Rainbow escupió su té boba.

Por suerte, Andrius lo esquivó rápidamente, o de lo contrario hubiese sido rociado con saliva y boba.

"Andrius, ¡sí que eres un presumido!". Rainbow dijo con desdén.

Andrius tampoco se molestó en dar explicaciones.

Después que Suletta subiera a su coche, se puso en contacto con su secretaria, Bella Cornstacy.

"Bella, ¿qué quiso decir el Señor Moonshade?".

"Señorita Suletta, ¿no es obvio?". Bella puso cara de desprecio. "¡Andrius Moonshade es super codicioso! Pensó que salvando al Maestro Henderson podía exagerar. Él está intentando sacarnos más. ¡Esto es extorsión!".

Suletta estuvo de acuerdo.

Creía que Andrius sabía quién era y que, con los recursos de los Henderson, podría localizarlo fácilmente, por eso se fue ayer sin tomar crédito.

Él intentaba tener una buena imagen y dar una buena impresión. La fama y la fortuna no eran nada después de haber cumplido con su deber, o por lo menos eso era lo que quería que los otros pensaran de él.

A menos que pidiera más.

"Creo que se está haciendo el difícil. Sabe que podemos encontrarlo fácilmente. Por eso se fue a toda prisa ayer". Suletta siguió quejándose: "Cuando fui a verlo estaba siendo demasiado exigente y decidió mostrar su verdadera cara. ¡Qué asco!".

Los ojos de Anthony parpadearon. Suspiró y se burló: "Soy viejo. Le confundí con alguien con virtud. Hay gente que quiere diferentes cosas, no solo fama y riqueza, y todos lo hacen de diferentes maneras. Andrius Moonshade es una de ellas".

Entonces, Anthony sacudió la cabeza. "Suletta, soluciona esto cuanto antes. De lo contrario, podría aprovecharse de nosotros después de salvarme la vida, y regresará por más. Estaremos en un bajo terreno moral y él será un problema persistente para nosotros".

Antonio había visto muchas sanguijuelas en su vida. Esas sanguijuelas se sujetaban de las buenas acciones que hacían y chupaban hasta dejar secos a sus benefactores.

La mejor manera de lidiar con las sanguijuelas era eliminarlas de la piel lo antes posible.

"De acuerdo, abuelo. Me haré cargo de ello lo antes posible", Suletta dijo mientras le daba la razón a su abuelo.