La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 1004

He conocido a mujeres con doble cara, pero una así, tan calculadora, tan experta en el juego y con semejante habilidad para manipular la situación… la verdad, nunca me había topado con alguien así.

—Ese no era alguien cercano a señor Allende —comentó Carlos—. Era más bien una amiga de la princesa Isabel, de esas con las que se llevaba bien en la universidad, ¿no?

Había pasado tanto tiempo que Carlos dudaba un poco de los detalles.

Pero al menos recordaba que existía esa persona…

—¿De verdad se llevaba tan bien con Isa? —preguntó Paulina, alzando las cejas.

¡Vaya!

Eso la hacía aún más calculadora, sin duda.

Carlos asintió:

—Sí, y porque tenía ideas raras respecto a señor Allende, al final él la echó de París.

—¿Así, sin más, la sacó de París? —Paulina no podía ocultar su sorpresa.

Carlos asintió de nuevo:

—Sí, creo que fue la primera vez que le confesó sus sentimientos a señor Allende.

La verdad es que, si se trataba de encuentros entre Esteban y Yannick, apenas y hubo esa ocasión.

Paulina, al escuchar que Yannick fue expulsada justo después de declararse, sintió cómo le brillaban los ojos.

—¡Ese Esteban sí que es un hombre de verdad! —exclamó con admiración.

Se notaba que sabía resolver los problemas sin dudar, directo al grano, sin rodeos.

En cambio, ese tal Sebastián, por un lado se preocupaba demasiado por lo de Iris, y por el otro, no dejaba de decir que quería casarse con Isa.

Ese tipo de hombres, la neta, aunque los mandes bien lejos, todavía parece cerca...

Al ver cómo Paulina miraba con tanto brillo en los ojos y decía que Esteban era un verdadero hombre, a Carlos se le ensombreció el semblante.

De un tirón la acercó a su pecho:

—¿Y yo qué? ¿No cuento o qué?

Su tono dejaba claro que estaba molesto.

Paulina se quedó pasmada por un segundo, luego soltó una risita nerviosa:

—Tú… tú también, claro.

¿A poco no sabía ella si Carlos era un verdadero hombre o no?

¡Por supuesto que lo era! De hecho, a veces demasiado…