La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 898

—¿Seguir… perdiendo?

Cuando escuchó esas palabras, Dan estuvo a punto de explotar. Él y Vanesa habían estado saqueando a Lago Negro durante días, y ahora Yeray todavía se atrevía a hablarle de pérdidas.

¿Quién, en estos días, había perdido más que Lago Negro?

Dan sentía que el aire no le llegaba a los pulmones.

—¿Tú crees que robar todo eso no nos cuesta dinero ni esfuerzo? —replicó Yeray—. Si se los devolvemos, ¿entonces nosotros no salimos perdiendo más?

—¡¿Qué…?!

Ahora sí, Dan estaba que no lo creía. ¿Yeray de verdad le estaba hablando en serio? Ese argumento, por donde se viera, no tenía ni pies ni cabeza.

—¡Yeray!

—De ahora en adelante, cualquier cosa que tenga que ver con Paulina, habla con Carlos o Esteban.

Le repitió lo mismo a Vanesa y colgó el teléfono.

Dan se quedó mirando el aparato, escuchando el tono de llamada final. En su cabeza, la tensión se rompió de golpe, como si una cuerda se hubiera reventado.

Ya no era asunto de ellos. Pérdidas.

Esas dos ideas daban vueltas en su mente, cada vez más fuerte, hasta que empezó a perder la noción de lo que pasaba a su alrededor.

...

Mientras tanto, Yeray y Vanesa.

El hombre apoyó sus brazos firmes a ambos lados del sillón individual, acorralando a Vanesa entre sus manos. La energía de Yeray la envolvía, y Vanesa, por instinto, quiso apartarse.

—¿Qué… qué haces?

—¿Ya no te quieres ir?

—¡Claro que no!

Hace un momento, cuando llamó a Carlos, se lo había dejado claro: cualquier cosa que él necesitara, ella la haría.

Y Carlos le había dicho que siguiera con el plan…

Así que, por supuesto, ella tenía que seguir.

—¿De verdad quieres continuar con esto? —insistió Yeray.

—Por supuesto, ¿o qué otra opción tengo? Mi hermano dijo que adelante, así que adelante.

Desde que las cosas se pusieron tensas, ella no podía hacer otra cosa que quedarse del lado de los suyos.

Y Dan…

Después de lo que pasó aquella vez, él había dejado de ser parte de sus “cercanos” para siempre.

Yeray soltó una carcajada—. ¿Estás segura?