La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 914

Estas dos…

De verdad, sí que son mis mejores amigas.

Por eso dicen que personas tan distintas jamás pueden ser buenas amigas, ¡y aquí está la prueba viviente!

Andrea siempre parece tan tranquila, pero ahora… ¿esto qué es?

La expresión de Mathieu se volvió incómoda poco a poco. Miró hacia abajo, viendo cómo Andrea lo abrazaba por la cintura sin poder reaccionar, y apenas pudo evitar que se le escapara una sonrisa burlona.

—¿Y esto? ¿Me estás coqueteando o qué?

—¡¿Qué?! —Isabel casi se atragantó de la impresión.

Andrea solo se quedó callada, con la cara completamente roja.

En cuanto escuchó lo de “coqueteando”, Andrea se puso pálida de la vergüenza.

—No, no es eso, yo…

Mathieu, dejando de lado su típica actitud relajada, frunció el ceño y su mirada se endureció.

Al ver la expresión de Mathieu, Isabel se apresuró y jaló el brazo de Andrea, que todavía seguía rodeando la cintura de Mathieu.

—Andrea, ya suéltalo.

Dios mío… Sí que es mi querida mejor amiga, pero a veces se comporta igual que Paulina.

Por fin, Andrea reaccionó y soltó de inmediato como si hubiera tocado un cable pelado.

Isabel intentó suavizar la situación.

—Bueno, Mathieu, ¿venías a buscar a mi esposo? Él está en el estudio, pasa de una vez.

Mathieu se acomodó la ropa con calma, sin perder la compostura. Durante un instante, su mirada se tornó intensa cuando vio a Isabel, pero en cuanto le habló, recuperó su típico tono juguetón.

—Mira nada más, ya hasta le dices “esposo”. Isa, qué aplicada me saliste.

—Ya vete —Isabel le cortó de inmediato, sintiendo que a ese paso pronto iba a decir otra tontería.

Mathieu soltó una risa, y al mirar de nuevo a Andrea, su sonrisa se volvió misteriosa, como si recordara algo.

Por un instante, una imagen antigua cruzó por su mente: unos ojos idénticos a los de Andrea, clavados en él con la misma intensidad.

Esa mirada tan directa y desafiante hizo que Andrea, sin pensarlo, se escondiera detrás de Isabel.