La Heredera Inesperada romance Capítulo 11

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"Yoli, aquí hay todo tipo de té, frutas frescas y deliciosos bocadillos, puedes tomar lo que quieras, no seas educado en tu propia casa", dijo Ian con cariño...

Yolanda agarró la taza y tomó un sorbo. Este té negro con su sabor y aroma distintivo no era común, tenía que ser de Assam. Tomó otro sorbo y la suave fragancia del té reverberó en su boca, con un regusto interminable, era el mejor té.

"Yoli, come unos bocadillos..." Sonia acerco los bocadillos hacia Yolanda y dijo con emociones encontradas: "En ese entonces, mamá no te perdió a propósito".

"Lo sé." Frente al dolor de su madre, el corazón de Yolanda se ablandó. ¿Quién perdería a su hijo a propósito?

"¿Cómo me encontraron?"

"Hace un tiempo, la familia Céspedes emitió un aviso de personas desaparecidas, mencionando lo que sucedió en ese entonces. Después de que lo vi por casualidad, siempre me sentí inquieta y tuve pesadillas durante varios días, así que le pedí a tu padre que investigara".

"Después de investigar, descubrimos que tú eres nuestra hija biológica, y la niña que hemos criado durante dieciocho años... no es nuestra hija biológica..."

Sonia soltó las lágrimas al llegar a la parte más dolorosa, "Lo siento, hicimos mal. Te dejamos a la deriva en casa de extraños."

Ian, por otro lado, también se sintió extremadamente culpable: "Fui demasiado negligente y llevé a Lisa a casa sin una investigación exhaustiva. Esta vez, también verificamos su experiencia de vida. Su madre biológica murió en el incendio y se desconoce el paradero de su padre biológico". Después de todo, la he criado durante dieciocho años, por lo que no es bueno echarla de la casa.... así que queríamos discutirlo contigo. ¿Podría ella quedarse en esta casa como tu hermana menor?"

Después de 18 años de criarla, hasta un perro tendría sentimientos, así que imagínate de Lisa Valentín.

Yolanda comprendió lo que querían decir. Su expresión era indiferente, "Lo que decidan está bien, no tengo objeciones."

Sonia respiró aliviada. Su hija era tan bondadosa.

"Mamá dijo, ¿qué tal si te llevamos arriba?"

Pasaron por el cuarto de música en el segundo piso, y Sonia preguntó casualmente, "Querida, ¿tienes algún hobby?"

"Sí", respondió Yolanda casualmente, "para ganar dinero".

Ian sonrió, "jajaja... de tal palo, tal astilla. ¡Cuando era joven también me encantaba hacer dinero! ¡No puedo creer que tengamos el mismo hobby!"

"¡Tonterías!" Sonia lo desmintió sin piedad, "¡Cuando eras joven, lo que te gustaba era perseguir chicas!"

La cara de Ian se puso rígida y rápidamente se explicó, "Solo tú podías hacer que mi corazón latiera más rápido. Perseguirte era más importante que hacer dinero..."

Yolanda apartó la mirada y, por casualidad, vio desde la ventana un helipuerto con tres aviones estacionados, uno de ellos era un Boeing 747SP, una edición limitada mundial.

"Yoli, esta es tu habitación. ¿Te gusta?" Sonia abrió la puerta de la habitación, esperando el elogio de su hija.

Lo que vio fue un mar de rosa. Las cortinas, la cama, el armario, el escritorio, todo era de color rosa.

Yolanda se quedó sin palabras.

"Tu madre dijo que a las chicas les gusta el rosa, ¡así que arreglé especialmente una habitación de princesa para ti!" Ian aspiró exageradamente el aire en la habitación, "¿Sientes que el aire es cálido?"