La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1018

La Pequeña Novia del Sr. Mu Capítulo 1018

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Capítulo 1018 PDF

Arianne extendió su mano y presionó la contraseña de la puerta. “Claro”. Luego, la puerta de hierro se abrió gradualmente. Janice le dio las gracias y entró apresuradamente en la casa. Era la primera vez que Janice venía aquí, pero parecía que estaba bastante familiarizada con el lugar. Si no fuera por el hecho de que Arianne siempre se quedaba en casa, ciertamente dudaría si era la primera vez que Janice venía aquí...

Luego, Arianne entró en la casa con indiferencia. Janice había subido las escaleras, pero Arianne no fue a vigilarlos. Ella solo esperó en silencio en la sala. Después de unos cinco minutos, Janice bajó las escaleras. “Sra. Tremont, me iré ahora”.

Arianne sonrió levemente. “Estás trabajando horas extras, así que no te pediré que te quedes. Pero, ¿por qué no le preguntas algo a Davy por mí? ¿Tiene tanta libertad con su trabajo? ¿Cómo podía pedirle a una pasante como tú que entregara aquí algún documento importante? ¿No está abusando de la nueva empleada?”.

La expresión facial de Janice se volvió un poco aturdida. Podía escuchar más o menos el significado subyacente de lo que decía Arianne. “Está bien… No hay ganancia sin trabajo. No me siento cansada y no creo que estén abusando de mí”.

Esa respuesta fue bastante notable y hábil, sin fallas. Arianne lo notó. Aunque Janice acababa de empezar a trabajar, no era una chica hermosa, ignorante y estúpida.

Después de que se fue, Arianne miró la lluvia a través de la ventana durante mucho tiempo. Luego cargó a Smore y subió con él. Cuando entraron al estudio, olió un leve aroma a cigarrillo. Aunque era bastante tenue, era fácilmente perceptible para alguien que no fumaba.

Ella caminó hasta la ventana y abrió las cortinas bien cerradas. Luego abrió la ventana ligeramente. “¿Cuánto tiempo vas a estar triste y encerrado aquí? Sé que todos están extremadamente tristes por la muerte de Eric… Olvídalo. No hablemos de eso. No fumes tanto. No es fácil para ti dejar de fumar. No es bueno para tu cuerpo”.

Mark se inclinó en la silla y respiró hondo. “Acabo de fumar unos cuantos cigarrillos... Solo saca a Smore. El aire aquí no es bueno. Regresaré al dormitorio y dormiré. Tengo sueño, así que no voy a cenar. Puedes comer sola”.

De repente, Arianne se sintió bastante impotente. Ella no sabía de dónde venía. Anhelaba compartir las cosas insignificantes con él. Tenía ganas de charlar con él sobre el hecho de que Tiffany y Jackson se casarían pronto. Pero frente a su tristeza y mal humor, sintió que todo era innecesario. No, ella sentía que incluso una palabra o una frase eran innecesarias.

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