La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1058

Janice se sintió como si la hubieran rociado con un balde de agua fría. Ella entró en un leve aturdimiento, un poco enfurecida. "¿Qué quiere decir? Mi pasantía casi termina. Me ha ido muy bien en mi trabajo. ¿Por qué la están extendiendo? Tiene que haber una razón, ¿verdad?”.

El director respondió con calma: "Sí, tienes razón. Lo ha hecho muy bien en todos los aspectos de su trabajo, mucho más sobresaliente que el grupo de pasantes de esta ronda, pero su actitud es terrible. Ya te has metido a golpes con tu superior antes del final de tu pasantía, y acabó maltratada y ensangrentada. Como su superior, permítame darle un consejo. El mundo laboral no es tan fácil como parece. No sea demasiado arrogante o se meterá en problemas. Trate de tolerar los pequeños problemas. No hay necesidad de tolerar grandes problemas, los altos mandos de esta empresa no son ciegos. ¿No eres consciente de estas cosas? Escuché que se ha acercado al Sr. Tremont, así que lo llamé, temiendo que no estuviera satisfecho con mi decisión. Él considera que mi decisión es totalmente apropiada".

Janice miró fijamente al director, quien mostró un comportamiento muy tranquilo. De repente, sintió como si la pusieran en un conflicto y finalmente entendió lo que significaba ser castigada cuando uno se negaba a conformarse. Siempre había creído que empujarse al frente en todos los aspectos era la mejor manera de hacerlo. Ahora, parecía que tenía que ocultar sus mejores cualidades si quería mantener una posición estable. ¿Cómo fueron las dos partes maltratadas y ensangrentadas por esa pelea? ¡Ella era la única que había sufrido heridas!

Ella era solo una pasante sin ser oficial. Sería completamente normal que la supervisora le diera una explicación injusta al director. La empresa no carecía de personal capacitado como ella. La "supuesta" extensión de la pasantía no fue más que un medio para obligarla a irse. Incluso Mark había mencionado su inmadurez para resolver problemas... Por supuesto, ella no se iba a ir. Se quedaría incluso si esto fuera una trampa.

Janice respiró hondo cuando pensó en esto y dijo: “Entiendo. No me iré. Me quedaré y trabajaré duro para cambiar su opinión durante el próximo medio mes".

"Está bien, puede irse", dijo el director con un gesto.

Justo cuando regresaba a su escritorio, alguien corrió hacia adelante y le preguntó en un susurro: "Te ascendieron a un puesto permanente antes de tiempo, ¿no es así, Jan?".

Una furia surgió del interior del corazón de Janice. Uno nunca debería pinchar a un dragón dormido; era como si alguien se opusiera a ella a propósito. Soportó su rabia y no la demostró. En cambio, ella sonrió. "Volvamos al trabajo. La supervisora nos regañará de nuevo si nos atrapa".