La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 117

Arianne no habló. Con cautela, bajó las escaleras y entró en el comedor. Mark la miró con frialdad. “¿Necesitas que alguien te invite a comer? ¿Nunca te enseñé las reglas?”

Ella se sentó y empezó a comer por sí misma ya que tenía hambre de todos modos. Además, estaba segura de que Mark no le haría nada delante de Helen. Después de todo, todavía tenía esa imagen perfecta que mantener frente a los demás. Poner una cara amarga era probablemente lo máximo que haría.

Helen miró a Arianne con una mirada maternal. “Mark, estoy extremadamente agradecido por todo el cuidado que le has brindado a Ari en el pasado. Como madre, no puedo evitar sentirme avergonzada".

Aery no pudo seguir viendo el espectáculo. Antes de que Mark pudiera hablar, ella interrumpió: "Mark querido, eres una persona tan agradable. Pensar que podrías acoger a la hija de un enemigo y alimentarla durante algunas décadas".

La expresión del rostro de Helen se oscureció cuando hizo todo lo posible por reprimir su ira. "Cállate".

Aery puso una mirada inocente. “¿Estoy en lo cierto, mamá? Mi Hermana mayor tiene mucha suerte".

Las manos de Arianne se congelaron. Ni siquiera podía tragar la comida en su boca. Esta Aery Kinsey siempre parecía ser capaz de elegir un buen momento para disgustarla.

Mark cerró los ojos para borrar la ira en sus ojos. Luego se levantó y dijo: “Disfruten su comida. He terminado. Continuaremos nuestra charla más tarde en el estudio".

Helen se puso de pie y le sonrió. "Seguro, gracias".

Mark subió con pisotones las escaleras en silencio, naturalmente debido a su enfado hacia Arianne.

Arianne ignoró a Helen porque no tenía ningún interés en ver sus lágrimas de cocodrilo. No necesitaba el amor maternal que llegó demasiado tarde, especialmente si era para compensar sus malas acciones en el pasado.

Eran alrededor de las tres de la tarde cuando Helen y Aery finalmente estaban por irse.

Cuando Arianne escuchó la conmoción afuera, se sintió irritada por alguna razón. Entonces, de repente, escuchó la voz de Helen. “Déjame despedirme de Arianne. No se veía muy bien, supongo que debe sentirse mal".

Arianne frunció el ceño y luego contuvo la respiración. En el siguiente momento, alguien llamó a la puerta de su habitación. Se dio la vuelta y fingió no oírlo. Sin embargo, la puerta aún así fue abierta.