La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1173

Robin nunca fue buena para decir que no, así que para evitar la vergüenza, Arianne recibió su vaso y dijo: "Salud".

Eso complació a Sylvain, quien inmediatamente se sentó entre Robin y Arianne. "Así me gusta".

Robin nunca había interactuado con hombres antes, por lo que la situación la sofocó, causando que la pobre niña enderezara su espalda antes de congelarse en esa posición rígida. Desafortunadamente, Sylvain era tan extrovertido y despreocupado que envolvió su brazo alrededor del hombro de Robin agilmente.

“¡Entoooonces! Escuché que eres el cachorrito de Arianne. Creo que no debería adoptar demasiado la reticencia de tu maestra. No aumenta tu encanto si te guardas las cosas para ti misma y no hablas", señaló.

Arianne rápidamente levantó la voz y aclaró: "Disculpe, pero ella no es mi ‘cachorro’. El término correcto que estaba buscando es ‘protegida’, ¿de acuerdo? ‘Cachorro’, ¿en serio? Suena poco halagador. Y también, ella nunca ha tenido novio antes, así que por favor no actúes de esa manera tan casual. La estás asustando".

Solo entonces Sylvain se dio cuenta de que el rostro de Robin se había vuelto escarlata llameante. Rápidamente, le quitó el brazo del hombro. "Ups, lo siento. La costumbre, espero que no te importe".

"O-Oh, no, yo no lo -no", se apresuró a ofrecer Robin.

A medida que el ambiente de la fiesta crecía, Robin se relajó gradualmente. En un momento, arrastró a Arianne para que se uniera a otros en sus juegos. Bebieron aún más, pero comieron muy poco para contrarrestar la influencia progresiva del alcohol.

Un rato después, una camarera presentó una botella de champán al círculo. Sylvain declaró rápidamente: “¡Esto es para Ariannne Tremont! Considere esto como mi gratitud por tenerte como mi colega".

Arianne sabía que no era lo suficientemente buena como para terminársela ella sola, y ​​no le entusiasmaba la idea de beberla y que la sacaran del establecimiento completamente inconsciente. Por lo tanto, decidió compartir. "Bebamos todos esto juntos".

Otra persona rápidamente intervino: “¡Así mismo! Tienes razón, niña. Por supuesto, alguien como Mark no podría tenerle lealtad de enfoque láser a una mujer como ella. Apuesto a que tiene muchas flores para regar, ¡ja! Además, ¿recuerdas esa vez cuando alguien la llamó una rompehogares? Es una vergüenza por su parte arruinar a la familia de alguien y seguir actuando más santa que tú como si fuera la Santa Arianne. ¡Demonios, no me sorprendería que ella pretendiera encogerse de hombros ante los avances de Sylvain frente a nosotros de manera monacal solo para tener sus piernas abiertas para él detrás de nosotras!”.

Robin tuvo suficiente. El alcohol la había liberado de sus ataduras habituales, y balanceó su pierna en una poderosa patada en uno de los cubículos como si fuera el preludio de un altercado épico. Afortunadamente, Arianne puso su mano sobre la boca de Robin y la arrastró fuera del baño antes de que sucediera.

La ocupante, mientras tanto, salió de su cubículo unos latidos demasiado tarde, echando humo. Cuando no encontró a nadie afuera, solo pudo gritarle al aire para desahogarse.

Arianne, con Robin a cuestas, abandonaron el establecimiento lo más rápido que pudieron. El aire que frío afuera las golpeó, causando que su estómago se enfermara a pesar de que Arianne no sintió que el vómito subiera.

No obstante, Arianne le envió un mensaje de texto al Sr. Yaleman sobre su partida. Estaba empezando a sentirse muy enferma y cansada de todos allá atrás.