La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1215

Había un trasfondo de cautela en la voz de Tiffany cuando continuó: “No estás buscando pelear conmigo porque acabo de dar a luz a tu hijo, ¿verdad? Si esto fuera el pasado, ¡las nubes de tormenta ya habrían estado cubriendo tu rostro! Pero debes recordar que no he estado hablando con Alejandro y no sé cómo se enteró de todo lo que esto. Demonios, ¡incluso se las arregló para enviarme flores el día exacto en que salí del hospital también! Pero él solo está haciendo esto por genuina buena voluntad como amigo. ¡Yo misma siempre lo he visto como nada más que un amigo! Tú eres el que insiste en estar celoso”.

Jackson miró hacia arriba y la miró a los ojos. “Tú puedes tratarlo como nada más que un amigo, pero él no lo hace. De cualquier manera, no quiero que salgas con él o lo contactes en absoluto, sabes qué, ampliaré el alcance. ¡No quiero que salgas con ningún otro chico en el mundo! Así es; soy tan posesivo. Ocúpate de eso”.

Tiffany se rio alegremente. “¡Ajá! ¡Finalmente, has confesado y mostrado tu lado oscuro al mundo! Sin embargo, deberías haber admitido que eres posesivo antes, nos habría ahorrado mucho trabajo. Además, ¿quién dice que él no me ve solo como una amiga? Él está casado, cariño. Estás pensando demasiado de nuevo... Oh, bueno. No hablemos más de esto. ¡No es como si fuera importante!”.

Jackson se mordió los labios, en silencio. Si Tiffany todavía bromeara y se reiría así incluso después de saber que Alejandro era en realidad Ethan, todo sería un poco más fácil.

Cayó la noche, sus colores oscuros cubrieron el cielo sobre el Chalet de Tremont. Arianne recibió un mensaje de texto de Harvey informándole que su objetivo era conseguir una pasantía en la empresa de Mark.

Harvey estudió arquitectura. Si Arianne no se equivocaba, recordaba que Empresas Tremont se había aventurado en eso, brindándole la oportunidad que necesitaba Harvey. La única condición de Arianne era mantener las noticias de la pasantía de Harvey en secreto de Zoey y su esposo. Ella no estaba dispuesta a incitar la inclinación de esa pareja a robar a sus parientes más ricos e invitar a otra ronda de problemas familiares.

Afortunadamente, Harvey era un chico muy sutil. Nunca había planeado contarles a sus padres sobre su trabajo en Tremont, prefiriendo decirles que solo quería hacer una pasantía en la Capital.

Arianne se lo mencionó a Mark con la clara implicación de que ella lo dejaba decidir y arreglar los detalles. Honestamente, esta era la primera vez que ella hacía algo por sus parientes, pero cada interacción que Arianne había tenido con Harvey hasta ahora había sido agradable; de lo contrario, no se habría molestado.

Aun así, Arianne trató de dejar claro que si Harvey se quedaba o se marchaba dependía del juicio de él. Mark no necesitaba restringir sus decisiones por su esposa.

“Claro”, respondió Mark. “Quiero decir, él no parece un bueno para nada, así que creo que se puede hacer un arreglo. Dile que venga”.

¿Un regalo? El corazón de Arianne se aceleró un poco. ¿Podría ser que este gigantesco témpano de hielo comenzara a derretirse? Le había estado regalando cosas por más de una ocasión una o dos veces. ¡Seguramente, esto significaba que había aprendido algo sobre el romance!

Ella se acercó a la cama y vio una cajita dorada de intrincado diseño. Era más grande que un joyero típico, lo que despertó su curiosidad.

La abrió y encontró unos diez lápices labiales de marca de alta gama alineados en una fila ordenada. A pesar de la diversidad de colores, todos eran mates y bastante apagados, lo que solo podía significar que él participó en la selección.

Arianne no pudo evitar reírse. “Espera, ¿esta es tu forma indirecta de decirme que tire todos mis viejos lápices labiales?”.