La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1281

Él se fue antes de que ella pudiera decir otra palabra. Esta vez, condujo su coche de inmediato. ¿Vivir bajo el mismo techo con ella era tan insoportable para él?

No creía que prestar dinero a Will hubiera tenido consecuencias tan graves. Ella no se arrepentía de haberle dado el préstamo a Will, pero lamentó haber optado por no confiar en Mark y no hablar con él de antemano. Su plan inicial era evitar conflicto, pero al final estalló en su cara.

Después de una larga pausa, Mary abrió la puerta y entró a la oficina, sosteniendo a Aristotle. Encontró a Arianne, todavía de pie en su lugar, con lágrimas en los ojos y sabía que el asunto no se resolvería tan fácilmente esta vez. "Ari... ¿Por qué el Sr. Tremont se fue de nuevo?".

Arianne se rio entre lágrimas. "Dijo que está harto, harto... Jeje... Todo lo que hice fue darle a Will un préstamo sin decírselo. Tenía miedo de que le molestara. No sé lo que él está pensando, realmente no... ¿No estaba sosteniendo a otra mujer en un bar, buscando diversión también? Sentí lástima por Will y quería ayudarlo...".

Las arrugas en las comisuras de los ojos de Mary aumentaron. “Suspiro... Este asunto... Ari, deberías habérselo dicho al Señor Tremont. Ahora son una familia, son marido y mujer. Los asuntos monetarios deben discutirse, independientemente de a quién pertenezca. Sobre todo, porque estás prestándole a... Will Sivan. No estoy diciendo que no deberías haberle prestado el dinero, pero deberías ser más considerado con los sentimientos del Señor Tremont. No dormiste nada anoche, ¿verdad? Yo me ocuparé de Smore, tú descansa. Habla con el Sr. Tremont cuando te despiertes. Mira lo lindo que es Smore, llamando a su mamá y a su papá todos los días. ¿Qué le pasará a él si no resuelven sus diferencias? Sé buena. Ve a la cama. Habla con el Señor Tremont cuando te despiertes".

Arianne miró a Aristotle, que estaba en brazos de Mary, y se dio cuenta de que había perdido el control. Levantó la mano y se secó frenéticamente las lágrimas. "Está bien. Lleva a Smore y juega con él".

Regresó a su habitación. Su mente estaba hecha un lío. Su cuerpo estaba extremadamente fatigado, pero no podía conciliar el sueño en absoluto. Cerró los ojos durante mucho tiempo antes de quedarse profundamente dormida.

Cuando se despertó, ya era de noche.

Bajó las escaleras y decidió ver a Mark en la oficina después de darle de comer a Aristotle. No volvería a casa esta noche a menos que ella lo viera hoy. Ella conocía su temperamento.