La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1298

Arianne y Mark llevaron a Smore al baño mientras se reían juntos.

Después de que terminaron con la tortura de bañar a Smore, Arianne se sentó en la cama para trabajar de nuevo en su diseño. Su camisón reveló sus delgadas piernas, y Mark tragó saliva cuando la vio. No sabía lo seductora que era su postura...

Mark no se atrevió a entretener su imaginación salvaje ya que Smore todavía estaba despierto. Pacientemente convenció a Smore de que se acostara. "Ya estás duchado, así que sé un buen chico y ve a dormir ahora".

Los ojos de Smore estaban muy abiertos y estaba jugando con el botón del pijama de Mark. Mark se impacientó muy pronto y dijo: "¿No puedes dormir debido a la cantidad de comida que comiste?".

Arianne no pudo reprimir su risa. “¿Es esta toda la paciencia que tienes? Tengo que cargarlo durante media hora antes de que se vaya a dormir, mientras que tú solo lo has estado haciendo durante unos minutos. Toma tu tiempo con esto. He notado que mis brazos se están volviendo más musculosos por llevarlo constantemente".

Mark cargó a Smore y lo convenció de que se durmiera distraídamente. Estaba más concentrado en escanear todo el cuerpo de Arianne. Arianne no era tan musculosa como decía, aún era delgada y delicada en los ojos de Mark.

Cuando Smore finalmente se fue a dormir, Mark colocó apresuradamente al pequeño en su cuna cuando Arianne lo detuvo repentinamente y dijo: "¿No tienes ya una cama más grande? Podrías dejarlo dormir con nosotros. No ocupará tanto espacio".

Mark reprimió el impulso dentro de él. Se desabotonó el pijama y dijo con la cara seria: "¿No sería un inconveniente para él dormir con nosotros?".

Arianne se dio cuenta de lo que estaba pensando Mark cuando lo vio revelar gradualmente su cuerpo musculoso. Ella nerviosamente dijo: "¿Pero... lo hicimos ayer? Estoy un poco cansada hoy".

Era sábado al día siguiente. Arianne se despertó temprano pero no tenía ganas de levantarse de la cama. Smore también estaba dormido.

Mark todavía dormía profundamente, lo cual era inesperado. Los rayos del sol brillaban sobre su cuerpo a través de la ventana y hacían que pareciera que tenía una capa de oro sobre él. La mirada fría que solía tener desapareció. Arianne no pudo evitar pasar los dedos por su rostro. Ya habían vivido juntos durante más de diez años, sin embargo, todavía se veía tan joven y no había rastros de arrugas en ninguna parte.

De repente, su muñeca fue agarrada y fue jalada hacia el abrazo de Mark. "Me estás seduciendo tan temprano en la mañana…".

La cara de Arianne se puso roja. “¿Cómo te estoy seduciendo? Solo estaba comprobando si aún respirabas. Tu respiración es tan ligera...".