Das histórias de Internet que li, talvez a mais impressionante seja La Pequeña Novia del Sr. Mu. A história é boa demais, me deixando com muitas expectativas. Atualmente, o mangá foi traduzido para Capítulo 1309. Vamos agora ler a história La Pequeña Novia del Sr. Mu do autor Internet aqui.
Tiffany se lamió la comisura del labio con satisfacción después de que terminó el tango. “¡Ooh, eso no estuvo tan mal! Ahora, quédate ahí como un buen niño mientras mamá te prepara algo delicioso para tu barriga, como dijo que haría. Usualmente eres tú quien me sirve; ahora, debería devolverte el favor a mi amorcito”.
Jackson estaba tendido en el sofá, inmóvil. Definitivamente estaba agotado.
Deseó que su “mamacita” permaneciera así de despreocupada y alegre para siempre. Deseó que ella nunca hubiera conocido a esa pesadilla personificada conocida como Ethan Connor.
Era sábado por la noche. Jackson y Tiffany, como prometieron, fueron al Chalet de Tremont para la “reunión”. Para mayor alegría, Tiffany decidió no traer a su hijo recién nacido con ellos.
Sabiendo que una de las comidas favoritas de Tiffany era el estofado, Arianne había preparado todos los materiales y platos habituales de antemano. Tiffany estaba tan ansiosa por comenzar que saltó a su asiento y calentó la olla, exclamando: “¡Tú eres la mejor me conoces, Ari! Solo mira lo fresco y jugoso que es este rollo de carne; sí que es carne de primera calidad”.
Arianne le lanzó a Jackson una mirada cargada, pero eso parecía haberlo asustado. “Er, comamos ahora. ¿Por qué todo el mundo está parado ahí mirando?”, él dijo débilmente.
Arianne rodó los ojos, molesta. Tal como esperaba, la resolución de Jackson se convirtió en gelatina cuando el momento lo requirió. Aun así, la propia Arianne no iba a iniciar la conversación y evitó ser la primera en hablar al concentrarse en cocinar una rebanada de carne para Smore.
Cuando todos se habían adaptado a su estado de ánimo festivo, Mark finalmente se dirigió al elefante en la habitación. “Ethan Connor todavía está vivo”.
Tiffany se congeló. “¿Q-Qué? ¿Por qué sacas esto? Realmente no creen que me siga importando su paradero, ¿verdad?”.
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