La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1334

Alejandro se lamió la comisura de los labios antes de que tomara forma una sonrisa indescifrable. “Jett, prepara el coche. Nos dirigimos a Empresas Tremont".

Iba a conseguir ese contrato, ¡de eso estaba seguro!

Jett pensaba que sus oídos lo estaban engañando. “Disculpa, pero dijiste… ¿Empresas Tremont? ¿Dónde está Mark Tremont?”, él espetó. "¿No estás tratando de evadirlo, señor? ¿Por qué apareces justo en su puerta ahora?”.

Alejandro le dedicó una sonrisa maliciosa. “Había una razón legítima en el pasado para evitarlo, pero ahora, no tengo nada que temer. Ya no hay necesidad de esconderse. Vamos".

Jett miró a la bebé en sus brazos. “¿Traemos a la pequeña señorita con nosotros? ¿Es... es apropiado?”.

Él hizo un gesto despreocupado. “Sí, llévala con nosotros. No es como si tuviéramos otro lugar para ponerla".

Llegaron rápidamente a la Torre Tremont, y como no tenían programada una cita de antemano, a Alejandro se le impidió entrar a las instalaciones.

Alejandro no se inquietó en absoluto. Con calma, llamó a Mark. "Oye, estoy en la entrada de tu estimada compañía, y solo quiero preguntarte, ¿estás seguro de que no quieres verme? Por cierto, escuché que mi cuñada no está en casa últimamente. Ella ha solicitado una licencia de una semana, si mal no recuerdo".

Mark estalló antes de que Alejandro pudiera terminar su oración. “Ahórrate tus incesantes estupideces. Si tienes algo que valga la pena hablar, sé un hombre y muestra tu rostro aquí".

La mano de Jett se congeló en el aire antes de que pudiera abrirle la puerta a su jefe. Un sudor ansioso emanaba de él y, de repente, sentía que sería más seguro para él permanecer fuera de la oficina de Mark. ¿Cuál de las acciones de Alejandro parecía que estaba aquí para llegar a un acuerdo? Todo lo que Jett veía era un hombre petulante con una vendetta personal. Si su jefe seguía así, ¡sería un milagro que se hiciera cualquier tipo de trato!

Mark se enfureció por la actitud de Alejandro, y se mostraba en su semblante cada vez más tormentoso. “Te aburres de la vida, ¿verdad? Si tienes algo que decir, dilo. Entonces sal de mi cara".

Alejandro sentó su trasero sobre el sofá, al diablo con el decoro. "¿Qué hay de malo en llevar a tu sobrina a ver a su tío, eh? Además... escuché que has estado buscando establecer una nueva asociación con una compañía de transporte. ¿Por qué? ¿Tu socio anterior no alcanzó tus elevados estándares? La familia Smith ha estado incursionando en esta área durante años, oh hermano mío, entonces, ¿por qué no trabajas conmigo? ¿Es porque tienes miedo de que te apuñale por la espalda? Hmmm. ¿Realmente podrías ser así de cobarde?".

Mark lo niveló con un ceño peligrosamente fruncido. "Ahh, entonces estás aquí por eso, ¿hmm? Jej. No voy a pasar una asociación de suma importancia a un sinvergüenza como tú; no soy ciego ni suicida. Seré franco, no confío en que tú entiendas la santidad del honor y la integridad contractuales—el infierno podría congelarse antes de que una sola hoja de papel pueda mantener su 'conciencia' bajo control", él se burló. “Ahora, si no tienes nada más para malgastar mi tiempo, lárgate. Ah, y una última cosa: espía en mi vida una vez más y haré que te vayas de este mundo".