La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1411

Melanie se despertó en medio de la noche con la tenue luz que salía del estudio de Alejandro.

Ella le preparó una taza de té y le preguntó: "¿No vas a dormir?".

Alejandro sacudió su cabeza. "No pude. Mientras que Seaton no termine con una muerte horrible, no podré descansar".

"¿Estás enojado ... ya que Seaton intentó asesinar a Mark?". Preguntó Melanie.

"¿Qué? ¿Cómo es posible que me importe una m*erda eso?". Alejandro espetó. "No, por supuesto que no ¡es porque él saboteó mi negocio y asesinó a mucha de mi gente! ¡Excluyendo a los cubiertos por el seguro, tengo que sacar dinero de mis propios bolsillos para consolar a las familias de los que murieron! ¿Sabes lo que me costó el pequeño complot m*erda de Seaton? No, no es así. Eres solo una mujer que no sabe nada de esto. Vuelve a dormir".

Melanie sabía que él se estaba haciéndose el fuerte otra vez, así que en lugar de irse, ella arrastró una silla, la colocó junto a él y se sentó.

Ella llevaba un camisón conservador que constaba de mangas largas y pantalones muy por debajo de las rodillas, pero los ojos de Alejandro no pudieron evitar quedarse mirándola. La curva de su cintura lo provocaba con cada movimiento, mientras que el tono rosa claro del camisón solo servía para acentuar la belleza de su piel. Si Alejandro fuera sincero, Melanie Lark era mucho más atractiva físicamente que Tiffany Lane, y después del parto, una nueva aura de feminidad la rodeaba

Al notar los ojos del hombre, Melanie miró hacia arriba y lo miró, asombrada. "¿Qué? También perdí el sueño después de despertarme, así que pensé que podríamos simplemente hablar".

Alejandro no estaba enfocado en absoluto en las palabras de Melanie. "¿Acerca de que?".

“Sí, lo estaba. Lo estoy”, proclamó Melanie, asintiendo solemnemente con la cabeza. “En ese entonces, el único pensamiento que tenía era que no me importaba si me amabas o no ya no me molesta. Solo quiero que vivas".

La sinceridad en sus palabras parecía haber despertado la humanidad en lo profundo de su corazón, y en un arrebato de pasión, atrajo a Melanie hacia él y tomó sus labios suaves y fragantes.

Melanie, sorprendida, instintivamente se inclinó hacia atrás. Los dos no habían iniciado ninguna intimidad ni habían dormido juntos en la misma habitación desde la debacle del divorcio.

Un poco disgustado de que su reacción fuera huir de él, Alejandro puso más fuerza en su abrazo a su alrededor y la besó aún más profundamente.