La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1438

Sylvain parecía muy tranquilo. Era muy consciente de la desaprobación de la Sra. Cox hacia él. Incluso ella lo había regañado por teléfono una vez. Nunca esperaba estar sentado con ella.

Él le pidió unos nachos adicionales al vendedor del camión de comida. "¿Le gustaría algo de beber, Sra. Cox?".

La Sra. Cox sentía que él estaba demasiado calmado y no podía evitar echarle unas cuantas miradas adicionales. “El agua mineral servirá. No estoy acostumbrada a nada más".

Después de completar el pedido, Sylvain sonrió. "Sra. Cox, por favor, diga lo que piensa".

"¿Cuál es tu relación con mi hija?". Preguntó la Sra. Cox con una mirada seria en su rostro.

Robin estaba al borde de las lágrimas. “Mamá, ¿cómo pudiste hacer una pregunta así? ¿Cómo me encontraste? ¿No puedo tener una vida personal? ¿Debes involucrarte con todas las personas con las que hablo? Vámonos a casa, ¿está bien?”.

La Sra. Cox ignoró a Robin y miró fijamente a Sylvain, esperando su respuesta.

Sylvain hizo una pausa pensativa y dijo: "Solíamos salir juntos, pero ahora somos amigos. Sin embargo, espero que volvamos a estar juntos algún día. Entiendo que no me apruebe, pero eso no es importante".

Su respuesta sorprendió a Robin. Como no podía escapar, ella se vio obligada a entregarse a la voluntad de Dios. Si lo peor pasaba, ellos simplemente tendrían una gran pelea.

La Sra. Cox examinó a Sylvain por un rato, con los ojos llenos de desaprobación. “Los hombres con orejas perforadas parecen vándalos callejeros. ¿Es esto normal para ustedes, los diseñadores de moda? Mira tu ropa; eres de un mundo completamente diferente al de Robin. Si estás aquí simplemente por diversión, estás en el lugar equivocado".

Sylvain miró a Robin. “Todo en ella me atrae. Si le preocupa que esto sea solo un interés fugaz, seré honesto con usted. Ha pasado tanto tiempo, pero mis sentimientos por ella no han cambiado. Son tan fuertes como siempre. Debería saber cuánto tiempo ha pasado. Si no está segura, puede comenzar sus cálculos desde el día en que me llamó para gritarme".

La Sra. Cox se sentía avergonzada. Esa llamada telefónica fue el resultado de su momentánea pérdida de autocontrol. Nunca le habría gritado a un extraño al que nunca había conocido. Fue un puro momento de rabia después de una gran pelea con Robin. "¿Me guardas rencor?".

Sylvain se encogió de hombros. "No. Usted es mayor que yo, entonces, ¿por qué lo haría? Todos somos gente razonable y decente. Honestamente, Robin ya no es una niña. No debería ser demasiado estricta con ella, Sra. Cox. La sofocará de esa manera".

Ya era bastante malo que su propia hija se sintiera así. Ahora que un extraño también se lo había señalado, la Sra. Cox no podía evitar sentirse un poco irritada. "¿Qué quieres decir con ‘demasiado estricta’? Soy su madre. ¡Estoy haciendo esto por su propio bien! Ustedes dos son incompatibles. También le he presentado un posible marido. Nos acabamos de conocer en nuestra casa. Creo que es hora de que ustedes dos terminen".