La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1526

En ese momento, Arianne se acercó. "Claro, te lo serviré. ¿Qué pasa contigo? Te ves aterrador. Estás todo pálido. ¿No te estás sintiendo bien? Deberías consultar a un doctor si no te sientes bien. No te esfuerces".

Sylvain estaba demasiado adolorido para hablar. Se arrojó contra el escritorio de la oficina, tratando desesperadamente de contenerlo.

Terminó su agua tibia y finalmente recuperó algo de vitalidad después de una larga pausa. Arianne lo había estado observando. Cuando vio que su tez volvía a la normalidad, finalmente preguntó: "¿Qué pasa?".

Él sacudió la cabeza. "Yo tampoco lo sé. Probablemente sea porque no dormí bien anoche, así que me duele un poco la cabeza. Me dolía mucho esta mañana. Estoy bien ahora, está bien. Usamos mucho cerebro como diseñadores de moda, probablemente demasiado. Esta no es la primera vez. He tenido muchos dolores de cabeza anteriormente, pero este es mucho peor. Solo necesito un buen descanso".

Arianne todavía estaba preocupada. “¿Cuándo fue la última vez que tuviste un chequeo médico? Deberías hacerte uno. No ignores los signos más pequeños de nuestro cuerpo. No creas que estarás bien, solo porque eres joven".

Sylvain no tenía tiempo ni para pensar en eso. “¿Cuándo tendré tiempo para hacerme un chequeo médico? Mi mamá vino a buscarme después de su divorcio. Desde su regreso, ha sido criticona con Robin. Anoche hubo tanto alboroto que todo fue un desastre. Estamos peleando todo el tiempo; probablemente sea porque ella me ha enojado. No la ignoraré, ya que es mi mamá. Pero ciertamente no la quiero cerca de mi vida. Días como este son una tortura".

Arianne entendió de inmediato. “Oh, entonces ese dolor de cabeza debe provenir de la frustración. A veces tengo dolores de cabeza cuando Smore me enoja demasiado. Sin embargo, no es tan malo como el tuyo. Descansa un poco. Vuelve al trabajo cuando te sientas mejor. Si realmente no puedes continuar, tómate el día libre. Los diseñadores de moda como tú tienen que mantener la calidad. La cantidad no es importante".

Con escepticismo, llamó a un taxi y regresó al Chalet de Tremont. Vio un Lamborghini blanco en la puerta, al costado de la carretera. Probablemente le pertenecía a su invitada.

Caminó hacia la puerta. Sin embargo, antes de que pudiera entrar, escuchó la voz de una mujer, seguida de una risa tintineante. No había visto a la mujer, pero primero escuchó su voz. Esta mujer tenía una voz musical... Los celos estallaron dentro de ella. Frunció el ceño y empujó la puerta, luego entró. ¡Nadie se dio cuenta de su llegada!

El ruido venía de la sala de estar de enfrente. Se puso las pantuflas de casa y se acercó. Mark cargaba a Aristotle, riendo y charlando con la mujer. Parecían estar en muy buenos términos entre ellos. Nunca antes lo había visto charlar tan felizmente con otra mujer. ¡Se suponía que su dulzura estaba reservada solo para ella!