La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1542

“No sentí una pizca de tristeza cuando murió mi esposo. De hecho, me sentí eufórica; estaba libre. No había nada que deseara más que huir de allí, y no me detuve por nada ni nadie hasta que finalmente llegué a casa. Pero luego me di cuenta de algo: no puedo dejar de odiarlo. Él ya está muerto y, sin embargo, no puedo dejar de odiar. Demonios, ojalá lo hubiera desfigurado y aplastado sus huesos hasta convertirlos en polvo. Y ahí fue cuando aprendí que no se puede disolver y dejar ir el odio real tan fácilmente; es casi imposible. Así que, ¿cómo pudo Arianne dejar de odiarte? ¿Cómo es posible que ella no solo transforme el odio, sino que llegue a amarte? No entiendo. No lo creo…”.

En este punto, Shelly parecía haber perdido el control sobre sus emociones, convirtiéndose en un desastre de llanto.

Mark tomó un pedazo de papel para ella. “Ahora lo entiendo, tía Shelly. Está bien, confía en mí. Hablaré con Arianne sobre esto, y ella definitivamente te entenderá, ella es muy racional”, la consoló gentilmente. “Tía Shelly, deberías dejar de lado los dolores del pasado. Sé que es una historia de agonía y trauma, pero ya escapaste de esa pesadilla. Has salido del abismo y ahora estás a salvo en un lugar donde la luz no muere. Así que, por favor... descarta las creencias que te has formado mientras estabas en un lugar muy oscuro y evita ser innecesariamente sensible, ¿de acuerdo? Porque puedo asegurarle que tu vida va por el camino correcto y positivo ahora. Incluso si no puedes confiar en Arianne de inmediato, debes esforzarte por conocerla mejor. Estoy seguro de que el tiempo lo revela todo... como lo hará para ti”.

Shelly asintió. “Por favor ayúdame a decirle que lo siento. Yo fui la que cruzó la línea anoche, y casi ... casi la golpeo. Realmente quiero que vivas feliz para siempre, Mark. No tengo otra familia e hijos, así que te veo como si fueras mi propia carne y sangre. No dejaré que te ocurra ningún daño”, ella dijo. “Puede que no pueda aceptarla en este momento, pero te prometo que trabajaré en ello. Todo lo que espero es que ella realmente te ame y quiera pasar el resto de su vida contigo. Ahora, admito que tengo algunos... eh, problemas psicológicos menores. Es fácil para mí bajar por una pendiente resbaladiza hasta el extremo, pero intentaré controlarme lo mejor que pueda y no empezar una pelea con ella. Quizás hoy debería buscar un terapeuta y comenzar el tratamiento tan pronto como pueda. No quiero causarte más problemas”.

“Ya veo. Para ser honesto, puedo decir que tu estado mental podría necesitar algo de ayuda”, respondió Mark, asintiendo. “Apuesto a que fue el efecto del trauma en tu pasado. Si ese es el caso, conduciré yo mismo al trabajo hoy y dejaré a Brian a tu servicio. No estás en condiciones de conducir en este momento, así que creo que es mejor si dejas que él te lleve a cualquier lugar que necesites. Oh, ¿y puedo preguntarte una última cosa?”.

Ahora que muchas de sus emociones se habían calmado, Shelly finalmente pudo esbozar una pequeña sonrisa. “Adelante…”.

Mark respiró hondo. “¿Has... tenido alguna pelea de algún tipo con mi mamá?”, preguntó. “¿Por qué me detuviste de contarle sobre tus visitas? ¿Por qué no hablaste ni te pusiste en contacto con ninguno de nosotros durante todos estos años mientras estuviste en el extranjero?”.

Molesto, Mark siguió. “Entonces, ¿por qué quitaste la foto de la boda de mis padres? Las únicas personas que pudieron ingresar a mi estudio son Arianne, yo y tú. Antes de que vinieras aquí, la foto de la boda estaba allí, prácticamente intacta... mira, no estoy enojado ni nada por el hecho de que ya no esté. Solo tengo curiosidad por saber por qué hiciste lo que hiciste”.

Shelly se hundió en un momentáneo silencio. En particular, ella no negó su participación en la desaparición de la foto de la boda.

Cuando volvió a hablar, su voz era de dolor. “Si no fuera por el bastardo de tu padre, ¿cómo podría tu madre terminar volviéndose tan extrema e irracional como para planear ese accidente aéreo que los mató a todos? Mi hermana había dedicado su vida y su espíritu a los Tremont. ¿Cuánta desesperación sintió ella en el momento de su muerte? La foto de su boda me enojó todo el tiempo, tu padre, ese… ¡hijo de p*ta! Yo podría haber vivido mi vida en Alemania todos estos años, pero también sé lo que le sucedió a mi familia durante esos períodos”.