La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1587

Arianne le dio a Robin una dulce sonrisa. "Confío en ti. Ya sabes lo que dicen, ‘no ventiles tu ropa sucia en público’, así que no ventilemos la mía, ¿de acuerdo? De todos modos, vamos. Tenemos que volver a la oficina ahora. Técnicamente, estamos escapandonos en horas de trabajo".

Poco después de que las dos regresaron a la Torre Tremont mientras Arianne entraba en su estación de trabajo, Sylvain la detuvo con noticias. "Señor Tremont regresó hace un tiempo; él te ha estado buscando. Como no estabas cerca, me pidió que te dijera que te encontraras con él en su oficina cuando regreses", dijo. “Er, ¿advertencia? Parece un poco enojado. Ustedes... no están peleando de nuevo, ¿verdad?"

Arianne hizo un puchero. “No peleamos, pero Dios sabe si eso va a durar mucho. De todos modos, me iré ahora".

¿Y si Mark estaba molesto por la visita de Arianne a Shelly? Quizás esto se convertiría en la mecha que iniciaría una nueva pelea entre ellos.

Antes de entrar a la oficina de Mark, llamó cortésmente, empujando la puerta para abrirla solo después de escuchar la invitación vocal de Mark desde adentro. Al ver cuánto seguía las reglas, Davy se quedó estupefacto, como si estuviera viendo volar a los cerdos.

Arianne se puso de pie frente al escritorio de Mark y preguntó en voz alta: "¿Me estaba buscando, Sr. Tremont?"

Mark levantó los ojos para encontrarse con los de ella, sorprendido. “¿Te golpeaste la cabeza contra la pared esta mañana? Me enviaste un mensaje, ¿recuerdas? ¿No fue una solicitud para que te viera?"

Ella sonrió. “No, ninguna herida en la cabeza. Debes estar molesto porque he visitado a tu tía, ¿verdad? Pero realmente, ¿qué hay de eso que necesite esconder? Tal vez eres tú quien debería explicar por qué me has estado evitando estos últimos días. Vivimos en la misma casa, pero ya casi no te veo. Vamos, confiesa. Ser sincero ayuda más de lo que duele".

Los ojos de Mark la atravesaron por un momento antes de preguntar tentativamente: "¿La tía Shelly, te dijo algo?"

Arianne sabía que él estaba tratando de medir cuánto sabía ella, pero no estaba dispuesta a darle la vuelta al intento de Mark y atraerlo para que exponga su historia. No quería obligarlo a decir nada en contra de su voluntad.

No es que le preocupara que Alejandro fuera tan mezquino como para denunciar a Mark, por supuesto.

Salió al patio y sólo encontró a Melanie y su hija. Alejandro estaba ausente.

Melanie miró las pesadas bolsas empaquetadas que llevaba consigo, desconcertada. “¿Arianne? ¿Qué estás haciendo? Esas son muchas cosas para alguien que solo vino a saludar".

Arianne dejó todo de un tirón antes de balancear sus doloridas y cansadas manos. "¡Diablos, en realidad tenía miedo de no haber comprado lo suficiente! Estoy aquí para disculparme por el problema que Alejandro había atravesado en nombre de cierto tipo que no puede rebajar su orgullo lo suficiente como para hacerlo él mismo. Dime, ¿dónde está Alejandro? ¿No está en casa?”