La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 162

Arianne era muy perezosa como para preocuparse por Mark. Se tapó la cabeza con la manta y se fue a dormir. De repente, ella sintió la cama hundirse. ¿Acaso Mark iba a dormir en esta habitación esta noche? Si ella no se equivocaba, él acaba de salir con solo una toalla.

Ella se levantó torpemente y encontró otra colcha. Así, los dos durmieron toda la noche en la misma cama pero bajo diferentes mantas.

A la mañana siguiente, cuando Arianne se levantó, Mark aún dormía. Su manta se había deslizado hasta su pecho, y ella miró su sexy clavícula con culpa. Aunque no era la primera vez que lo veía, mirarlo temprano en la mañana todavía la hacía sonrojarse de un profundo tono rojo.

Al recordar cómo él trató a Bola de Arroz anoche, Arianne tiró perversamente de la manta de Mark sobre su cabeza. Para asegurarlo aún más, ¡hasta le echó la manta sobre él para que pudiera saborear la sensación de despertarse sofocado!

Habiendo hecho todo eso, ella bajó felizmente a desayunar y le dijo a Mary que pusiera a Bola de Arroz en el patio trasero y lo mantuviera fuera de la casa. Después de asegurarse de que Bola de Arroz ya estaba atendido, ella se dirigió a su oficina.

Una hora más tarde, Mark asomó su cabeza fuera de las mantas y quedó desconcertado por ellas. No era de extrañar por qué él se sentía de repente tan caliente en ese momento. Estaba sudando e incluso había tenido una pesadilla. Se sintió como si lo estuvieran aplastando bajo una montaña...

En la Compañía de Diseño de Modas Glide, Eric salía de una reunión con un contrato en la mano. “Este es el contrato con el Grupo Tremont. ¿Quién de ustedes lo firmará? Todavía tengo un viaje de negocios por la tarde, así que no podré ir. También he organizado una cena para la noche. Esta es una oportunidad única en la vida que es muy poco común. Necesitamos dos nombres. Pueden discutir entre ustedes primero y luego confirmar con la Señorita Pierre”.

Todos saltaron instantáneamente de alegría ante la noticia. ¿Quién no querría comer con Mark Tremont? Por supuesto, aparte de Arianne, quien probablemente estaba cansada de comer con él.

Independientemente, ya que Arianne estaba aquí, nadie se atrevía a decir lo que estaba en sus corazones.

Nadie pensaría que estaba siendo generosa. Solo pensaban que ella se estaba luciendo. Aunque todos cerraron la boca, Arianne sabía exactamente lo que tenían en mente.

La decisión final fue que la supervisora, Lily, y otra élite del departamento de diseño conseguirían la firma del contrato. Ambos abandonaron la empresa a primera hora de la tarde y se dirigieron a la Torre Tremont. Tan pronto como se fueron, uno de los entrometidos no pudo contener la lengua. "Arianne, como esposa de Mark Tremont, ¿no estás celosa de que otras mujeres estén comiendo con tu marido?".

Arianne ni siquiera levantó la cabeza. “¿Celosa de que? Un perro que come mierda no cambiará incluso si lo golpeas, y un perro que no come mierda no necesita que lo golpeen”.

¡Ella acaba de comparar a Mark Tremont con un perro! La entrometida cerró su boca resentida con una expresión de horror en su rostro.