La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1692

Arianne se cubrió la mitad de la cara mientras murmuraba: "Me duelen los dientes..."

Mark se acercó a ella. "Abre la boca y déjame ver".

Arianne obedientemente hizo todo lo posible por abrir la boca. Después de mirarlo por un tiempo, Mark dijo: "Iremos al dentista mañana, tienes un diente podrido. Esto no pudo haber sucedido por un trozo de chocolate, ¿verdad?"

Arianne tenía tanto dolor que se notaba en su rostro, pero no pudo evitar reír. “¿Por qué nunca me he dado cuenta de que tienes el talento de ser dentista? Siempre he tenido problemas de dolor de muelas, pero fui demasiada vaga para molestarme. Supongo que no puedo darme el lujo de disfrutar las cosas dulces, no cuando tengo problemas con un solo trozo de chocolate".

Mark se levantó de la cama para buscar analgésicos para ella. “Toma un poco de medicina y duerme. Te llevaré al dentista cuando te despiertes mañana. Tenías unos dientes muy bonitos cuando eras joven, parecían nieve blanca cuando sonreías".

Arianne sonrió deliberadamente para mostrar su diente frontal. "¿Qué te parece ahora?"

Mark también sonrió feliz. “¡Todavía blancos! ¿Es suficiente? Date prisa, toma tu medicina y vete a la cama".

Ella de repente lo abrazó. "De repente siento que... te amo de verdad".

Arianne se quedó sin palabras en ese momento. ‘Así es, se había convertido en huérfano como yo, entonces, ¿cómo se suponía que iba a sonreír después de perder a su familia? El peso de la Empresa Tremont cayó de repente sobre sus hombros, por lo que debió estar cansado, tan cansado que ni siquiera podía respirar.’

‘Él ya tenía 18 años en ese momento, la edad adecuada para distinguir el bien del mal. A diferencia de mí, que era solo una niña. Ni siquiera sabía qué era la muerte, así que no fue tan doloroso en ese momento. Sin embargo, pronto llegué a comprender el significado y el dolor detrás de esto a medida que crecía’.

Las luces de la habitación se atenuaron de nuevo cuando Mark se subió a la cama para acostarse y abrazarla. El impulso que tenía dentro de él se había calmado silenciosamente. No quería pensar únicamente en sus propios placeres mientras Arianne tenía dolor de muelas.

A la mañana siguiente, Mark llevó a Arianne al dentista a la fuerza, ya que ella se negó a hacerlo. Ya no sentía que le dolieran los dientes después de tomar el medicamento, pero estaba aterrorizada cada vez que pensaba en el dentista que le hacía un agujero en la boca con su equipo. Puede que Arianne no lo haya experimentado ella misma, pero había escuchado rumores de otros, especialmente cuando escuchó los "chillidos" de otros pacientes en el consultorio del dentista. Al pensarlo, sus rodillas se suavizaron debajo de ella. "No quiero ir... Realmente puedo soportar el dolor. ¿Por qué no nos dirigimos a la oficina? ¡Todavía me queda mucho trabajo por hacer!"