La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1737

En el transcurso de los días siguientes, Alejandro no estaba a la vista mientras Melanie estaba confinada en su propia casa. No tuvo más remedio que acompañar a su hija.

Además, se habían contratado más guardaespaldas en casa de los Smith solo para vigilarla.

Melanie ni siquiera tuvo que pensar para saber que Alejandro iría contra los Larks. Además, con la ayuda de Jackson, los Larks no iban a poder escapar de la calamidad que se avecinaba.

Sin embargo, lo que Melanie no esperaba era que alguien entre los Larks recordara a un “peón” como ella. La voz de la Sra. Lark estaba enojada mientras la regañaba. “Melanie Lark, ¡cómo pudiste vivir una vida tan cobarde! Alejandro ahora está trabajando con los Wests para ir en contra de nosotros los Larks. Además, incluso ha anunciado tan abiertamente que los Larks han puesto una mano sobre su mujer, pero Jackson todavía puede aceptar eso, incluso yendo tan lejos como para colaborar con él. ¿No sientes nada en absoluto? ¿Eh? ¡¿Cómo puedes seguir mirando desde el margen después de haber sido humillada hasta tal punto?!”.

Melanie preguntó casualmente: “¿Cómo se supone que debo reaccionar? ¿No sabías ya que Tiffany es a quien ama y no a mí? Siempre he sido una don nadie en mi propia casa, pero ¿todavía esperas que otros me admiren? Estoy cansada, ya no quiero involucrarme más en el asunto entre ambas familias. El futuro de los Larks ya no tiene nada que ver conmigo”.

La Sra. Lark gruñó y gritó con voz ronca: “En ese caso, ¿cómo vas a pagarles a los Larks por criarte todos estos años? ¿Vas a quedarte ahí parada mientras tu hombre destruye a los Larks solo por otra mujer? Melanie Lark, no puedo molestarme con cómo quieres vivir tu vida, ¡pero tienes que pagar tus deudas con los Larks por criarte! No me importa cómo lo hagas, ¡pero debes conseguir que Alejandro deje de hacer lo que esté haciendo de inmediato! ¿Qué ganarías si los Larks fueran destruidos?”.

Melanie finalmente hizo la pregunta que había estado en su corazón durante mucho tiempo: “¿Soy tu verdadera hija?”.

La Sra. Lark se quedó sin habla y permaneció en silencio por un momento, pero eso fue seguido por una risita fría cuando dijo: “Tienes razón; ¡No lo eres! No tengo ni idea de con qué moza salió tu padre y terminó embarazada, y luego te trajo cuando tenías un mes. En ese momento, yo tenía dos hijos y ninguna hija. Además, escuché que tu verdadera madre había muerto durante mucho tiempo mientras te daba a luz, así que ni siquiera tuve la oportunidad de ver a esa desgraciada. Por lo tanto, pensé que bien podría aceptarte y criarte como si fueras mía, ya que una hija resultaría útil en este tipo de familia. Sin embargo, ¡nunca esperé que te dieras la vuelta y mordieras la mano que te dio de comer al final!”.