La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1749

Cierto alguien entró con un ramo de rosas rojas en llamas. Los colocó en la mesa frente a ella y anunció: “Alguien me dio esto. Francamente, no me gusta, así que ahora es tuyo".

Arianne miró el ramo de reojo. La frescura de las flores era tan abrumadora y evidente que no había forma de que él no se las compró. Sin embargo, ¡el mismo hombre quería fingir lo contrario solo para salvar su vulnerabilidad!

"Ugh, no me gusta. Tiralo a la basura".

Mark se volvió exasperado. "¡Por qué tú, no te pases de la línea!".

Ella le frunció el ceño. "¡Oye, oye, oye! Dijiste que ‘alguien’ te dio este ramo, y solo me lo diste a mí porque tú mismo no lo quieres. Y ahora te digo que yo tampoco lo quiero, ¿cómo es eso de ‘pasarme de la línea’, eh? En todo caso, ¡te estás pasando de tu línea al regalar un hermoso regalo que alguien claramente se tomó la molestia de darte! Aunque tengo que preguntarme… ¿Qué jovencita se atreve a regalarte rosas rojas tan brillantes, hmm? ¡Son tan rojo vivo que puedo ver las llamas de su pasión y enamoramiento hacia ti!".

Mark estaba tan furiosamente perplejo por ella que su lengua se rindió en una réplica. En cambio, siseó algo sobre dejar que Arianne hiciera lo que quisiera antes de irse al piso de arriba.

Arianne recogió el ramo después de que él se fue y aspiró su rica fragancia: rosas de primera calidad, frescas con gotas de agua adornando sus pétalos, tan hermosas como recatadas. Ella admitió que en lugar de ver a un bueno para nada haciendo berrinches, ¡ella preferiría deleitarse con un ramo de hermosas flores!

Durante la cena, Mary le susurró al oído a Arianne: "Um, ¿qué pasa con el Sr. Tremont? Le dije que bajara a cenar, pero ese tipo solo murmuró algo como ‘¡Ya estoy lleno... de ira!’. ¿Qué se supone que significa eso?”.

Arianne soltó una carcajada. “Oh, déjamelo a mí, Mary. Lo arrastraré aquí".

"¡Por Dios! ¡Hace mucho tiempo, no tendrías el valor para desafiarlo así!". Mary exclamó después de un suspiro. "¿Pero ahora? ¡Mira cómo han cambiado las mareas!".

Arianne tiró del borde de su camisa desabrochada y dejó que la llevara consigo. "Mark, escuché que los Lark no están aguantando muy bien. El castigo es un poco cruel para Melanie así, eh".

La solemnidad se apoderó de los rasgos de Mark. “Sin embargo, no más cruel que la manera en que los Lark la habían tratado. Alejandro está tomando represalias en nombre de Melanie, después de todo. De lo contrario, Industrias West por sí sola no haría lo suficiente para acelerar la caída de los Lark. Estoy esperando que Alejandro anexe la compañía de los Lark antes de discutir los términos para liberar su control sobre las acciones de Empresas Tremont".

Arianne estaba un poco desconcertada. "¿Oh? ¿Por qué es eso? ¿Tienes miedo de que Alejandro posea demasiadas acciones de Empresas Tremont?”.

Él le respondió con un silencio de asentimiento. Independientemente de sus circunstancias actuales, Alejandro Smith seguía siendo Ethan Connor debajo de esa piel e identidad; seguía siendo el mismo hijo bastardo de los Tremont. No sería prudente dejarle tener tanto poder sobre Empresas Tremont; siempre era mejor prevenir que lamentar.