La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1777

Ahora, ¿quién diría que no a un descanso? Arianne inmediatamente agitó su teléfono antes de chirriar, “¡Bueno, entonces! Déjame pedir un permiso de medio día a mi líder intrépido. Relájate, lo arreglaré en una tarde. Cualquier cosa que tenga que decir para influir en tu favor, las diré. ¡Recuerda invitarme a una buena comida por esto!"

...

Después de su almuerzo con Mark, Arianne se dirigió directamente al Chalet Smith.

Melanie estaba ordenando la ropa de Alejandro en el dormitorio. Cada camisa y cada traje que ella había tocado estaban impecables como si los hubiera comprado ayer, apilados en la fila más ordenada que uno pueda imaginar. Cada uno de ellos también tenía un olor; una fragancia tenue, pero distinta, que se asemeja a la propia Melanie: refinada, remilgada, atractiva y un poco terca en el fondo.

"¿Todo esto es obra tuya?" Arianne exclamó en sorpresa. Desde que las cosas eran oficiales entre Mark y ella, Arianne nunca se había dignado a ninguna de estas tareas. Con su mente siempre enfocada en desarrollar su carrera, las tareas domésticas nunca pasaron por su mente. ¿Quién hubiera pensado que una mujer joven de prestigio criada en una familia privilegiada se ensuciaría las manos con tareas domésticas y hacerlas en un grado tan excelente dejaba en claro que Melanie tenía amplias posibilidades de perfeccionar su habilidad?

Melanie la miró y le dedicó una sonrisa. "Sí. Él realmente odia que cualquiera de sus camisas porta una sola arruga. En serio, cualquier surco en su camisa es un surco en sus cejas, y luego molestará un poco los oídos de la niñera. Al final, decidí venir y hacerlo yo misma”, explicó. "Me dijo que iba a discutir apropiadamente nuestro divorcio esta noche, así que aquí estoy, ordenando su ropa antes de que él se tire del cabello tratando de encontrar la camisa que quiere, pero no puede. ¿Arianne, y eso que estás libre para hacerme una visita? ¿No se supone que debes estar ocupada en la oficina?”

“Los hombres no son precisamente famosos por su paciencia. Tal vez Millie incluso recibiría una paliza horrible si sigue llorando por su madre, ¿sabes? ¿De verdad puedes vivir con eso? No creo que Alejandro esté tan mal, francamente, así que tal vez deberías darle una oportunidad; en cierto sentido, es como darte una oportunidad a ti también. Él ya está tratando de enmendar esto, tratando de corregir sus errores. Fue obvio para mí en el momento en que te compró ese coche. ¿No te diste cuenta de eso también?"

Melanie sintió que las burbujas de ira se elevaban dentro de ella. Melissa era un angelito inocente e ingenuo cuyas adorables sonrisas podían derretir el hielo; la sola idea de dejar a su bebé así era como tener una navaja presionada en su corazón.

¡Como si el argumento de Arianne nunca hubiera pasado por su mente! De hecho, Melanie ya había decidido que esperaría hasta que su vida fuera lo suficientemente estable antes de discutir con Alejandro para recuperar a su hija. Había vacilado entre las decisiones durante tanto tiempo, considerando dos lados hasta que eligió el divorcio. ¿Era frío de su parte? Quizás. Pero la más fría no era ella, era Alejandro, ¿no? Un hombre que nunca parecía entusiasmado por nada de lo que ella hacía. Duplicar ese aferrado obstinado y engañoso para calentar su corazón frío como una piedra solo mordería a Melanie con su escarcha hasta que ella misma se volviera tan congelada, tan rígida, tan entumecida como él.