La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1782

Melissa era una niña tímida, por lo que su instinto la obligó a apartar la mano de Pequeño P antes de sumergirse aún más en el abrazo de Melanie.

"Millie... ¿Qué pasa?" Melanie entonó impotente. "Este es Pequeño P.; Adelante, Hermano Pequeño P. tiene muchas cosas que mostrarte para el tiempo de juego. ¿Por qué pareces una gata asustada?”

La Melissa asustada continuó resistiéndose en silencio a Pequeño P, su expresión delataba desinterés.

Pequeño P no era del tipo que se rinde fácil. Rápidamente, sacó cada manjar, bocadillo y juguete que había estado atesorando en secreto. “¡Ooh, mira! ¿Quieres jugar? ¡Te dejaré comer todos estos deliciosos bocadillos!"

Eso logró seducir a Melissa por mucho. Se volvió rápidamente hacia Melanie con ojos inquisitivos por su opinión. Melanie la dejó en el suelo. "Adelante. Diviértete con Pequeño P."

Al principio, Melissa todavía era demasiado tímida para darse el gusto, pero no pasó mucho tiempo antes de que se acostumbrara lo suficiente como para que emergiera su predilección interior por el juego brusco y desordenado. De repente, la niña y Pequeño P estaban teniendo un jugueteo interior tan emocionante que ni siquiera unos pocos tropezones hicieron algo para detenerla.

La atención de Tiffany recorrió la gran cantidad de regalos que trajo Melanie. Sorprendida, comentó: "Hermana, podrías haber solo llegado con Millie, ¿qué pasa con todas estas cosas extra? ¡Como si nuestra amistad se hubiera debilitado tanto que necesitáramos todos estos excesos para fortalecerla o algo así! ¿Qué, es eso lo que piensas de nuestra energía de hermanas, eh? ¿Crees que se ha vuelto débil y vacilante, hmmmmm?”

Melanie se rio entre dientes y le dio unas palmaditas en la espalda afablemente. "¡Oye, eso no es cierto! Solo estoy... tratando de disculparme por el grave error de mi hermano, ¿ves? También has terminado con tu confinamiento, ¿verdad? Cuando finalmente te permitan salir, ¡te invitaré a algo rico! ¡Lo que quieras, estará en mí!"

Todo el intercambio provocó una fuente de carcajadas en Summer, que temblaba de alegría. “¡Lo juro por Dios, este hombrecito es una astilla del bloque de su papá! Jack también era como él cuando era joven. ¡Solo quiere cosas que agraden a sus ojos! Cariño, ¡tu esposo siempre insistió en elegir su propio atuendo del día! Si no lo encontraba encajando con sus estándares de belleza, ¡oh vaya, lo rechazaría como un demonio! Diablos, lo recuerdo... Cuando tenía tres años, tenía esta obsesión por la moda que dictaba que sus zapatos debían dejar sus tobillos expuestos. Por Dios, ¿si accidentalmente le diera calcetines que eran un poco demasiado largos? ¡Ese pequeño bribón preferiría faltar a la escuela que salir con los tobillos cubiertos! Eh, Pequeño P aquí obviamente está imitando a su papá, ¿eh?"

Esta era la primera vez que Tiffany escuchaba alguna historia sobre como Jackson fue con sus cambios y declaraciones de moda, lo que inmediatamente enganchó su interés. “¡Espera, espera, espera! ¿Qué tenemos ahí? Jackson siempre fue un dolor en el trasero, ¿eh? Apuesto a que debe haber probado bastante de tu furia, ¿no es así?”

Summer se rio. “Oh, Dios lo bendiga, no. No había tenido el lujo de tiempo para sacarle sus malos hábitos, ¿verdad? En aquel entonces, siempre estaba metida hasta las rodillas en los asuntos de la empresa. Básicamente, lo dejé representar su naturaleza y hacer lo que quisiera. Honestamente, ha sido un bicho raro desde que era un niño y me acabo de acostumbrar a sus travesuras, ¿sabes?"

Dos toses escaparon del siempre taciturno Atticus sentado junto a Summer. Dado que él ya se había ido desde que Jackson todavía era un niño, escuchar a Summer mencionar todos estos detalles de la vida de su hijo mientras crecía fue una forma segura de incitar su remordimiento y vergüenza.