La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1797

Mark nunca había revelado sus relaciones pasadas, y ahora no tenía la intención de soltar una pista. “Tú misma lo dijiste. ¿Cómo es posible que alguien como yo pueda dignarse a suspirar por alguien? Como si hubiera alguien en este mundo que fuera digno".

¿‘Como si alguien fuera digno’? ¡¿Ni siquiera la propia Arianne era digna?!

Ella le lanzó un puño gentilmente. "¡Oh, entonces, perdón por haber preguntado! Olvidé que ninguno de nosotros, los mortales, merece a alguien tan arrogante y por encima de todo como tú. Sí, nadie merece tu afecto inmortal; ¡no, nada, cero!"

Cualquiera que pudiera leer entre líneas oiría su tono ofendido. Sin embargo, Mark parecía haber cometido uno de los pecados capitales de los que a veces se acusaba a la especie masculina: su incapacidad paralizante para interpretar las cosas más allá de su significado literal o su inclinación a fingir esa incapacidad. "Abstente de decir lo obvio".

Arianne estaba molesta. "Oh, ¿incluso yo soy indigna, es así? ¡Alguien está haciendo que esto parezca que yo era la que cortejaba en ese entonces!"

Los labios de Mark temblaron levemente. "Por favor. No eres alguien por quien he suspirado, eres alguien a quien he hecho mía".

Mald*to sea él y su don de la palabra. ¡Siempre poseyó la cantidad justa de delicadeza!

Una vida mundana y ocupada siempre parecía hacer que el tiempo pasara más rápido. Pasó una semana en lo que pareció un abrir y cerrar de ojos, y el próximo lunes, Smore comenzaría la educación formal. A decir verdad, todavía había unas vacaciones de verano antes de que comenzara formalmente la escuela, pero los Tremont habían inscrito a su hijo en las clases de verano para ayudarlo a integrarse en su vida escolar, con la esperanza de que su hijo también pudiera aprender algo. Smore se había vuelto bastante travieso en casa y nadie sabía cómo disciplinarlo.

Melanie no sabía nada de esto, se dio cuenta Arianne, mordiéndose los labios con impotencia. "Er... ¿tal vez no debería haber mencionado esto...? De acuerdo, todo esto cae en mí. Solo estaba... diciendo... Eh, ¿Alejandro no parecía haberle hecho nada? ¿Si eso ayuda? Quiero decir, Mateo no parecía angustiado cuando habló de eso. ¿Quizás fue solo una charla inocente entre hombres?... Vamos, Melanie, no pienses demasiado en esto, ¿está bien? Alejandro no es una persona tan podrida, ¿verdad? Ciertamente está por encima de complicarle las cosas a una persona por afirmaciones triviales e infundadas, ¿verdad? Mira, si vas a hablar con Alejandro sobre este incidente específico, presta atención a tu actitud y a tu dedo del pie. Por ejemplo, no explotes este problema".

Melanie, sin embargo, no pudo obligarse a calmarse. “¿Por qué tiene que ver con eso, eh? No hay nada inmodesto entre Teo y yo, ¿no crees que su estúpida intervención cruzó la línea? No es que no le haya dejado claro, ya se lo he explicado, entonces, ¿por qué sigue actuando de esta maldita manera? Dios, lo juro, su ‘amor’ tardío vale menos que escupir a las malas hierbas en la acera. Y eso es si nos engañamos a nosotros mismos pensando que esto es por ‘amor’; Por lo que sé, ¡podría estar enojado porque dejé de seguirlo y de mover la cola como si fuera mi amo y yo su per*a babeante!"

Sus inusualmente duras elecciones de palabras delataban el dolor crudo que Melanie había sufrido desde que estaba atada al lado de Alejandro. Incluso Arianne podía vislumbrar la riqueza de su abyecta desolación. “Melanie, por favor, relájate un poco. Si vas a interrogar a Alejandro en este estado, solo empeorarás las cosas. Así es... cómo son los hombres, ya sabes. Siempre son un poco infantiles cuando se trata de relaciones. La forma en que lidias con esto tiene que ser correcta, o de lo contrario parecerá que estás ocultando algo turbio".

Incluso a través del teléfono, Arianne pudo escuchar la respuesta de Melanie. Fue un suspiro, cargado con la mayor parte de su desesperación impotente.