La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1845

En ese momento, Arianne solo tenía un pensamiento en su cabeza. Sin embargo, no fue para dejar a Mark ni para tenerle miedo. ¡Ella solo quería protegerlo!

“Geralt… ¿puedes… no reportar estas marcas? Simplemente haste de la vista gorda ante esto. Después de todo... son solo algunas marcas muy desordenadas que de alguna manera forman una ‘M’. Nunca sabremos si esto se dejó aquí por accidente o si fue deliberado. Además, esto no será una prueba concreta para culpar a Mark... Hay tantas palabras que se pueden formar con una ‘M’, así que, ¿cómo puedes estar seguro de que está dirigido a Mark?”.

Geralt frunció el ceño. “¿De verdad vas a… defender a Mark sin sentido? No digo esto porque me ponga del lado de Teo, pero es todo porque... eres la mujer que a mi mejor amiga le ha gustado durante tantos años. Solo te estoy aconsejando por Teo. ¿De verdad vas a esperar el día en que finalmente mueras en las manos de Mark?”.

La determinación llenó los ojos de Arianne. “Él nunca me pondría la mano encima, e incluso si lo hace, no me arrepentiré de haberlo protegido. ¿No es eso lo que significa amar a alguien? Amarlo sin ningún motivo, sin condiciones, y él también haría lo mismo por mí. ¿Me creerías si te dijera que Mark haría todo lo posible para sacarme de los problemas si yo realmente matara a alguien? No te preocupes, no te pediré que me ayudes gratis. Usemos el incidente en el que la mamá de Mateo me secuestró a cambio y ambos dejamos que el otro saliera del apuro. Si tienes alguna otra evidencia concreta que demuestre que Mark fue quien hizo esto, ¡muéstramelo! ¡Llegará un momento en el que ya no podré defenderlo!”.

Geralt exhaló un profundo suspiro, como para mostrar su impotencia. Sacó un pañuelo para limpiar la suciedad del dedo de Arianne. “No tengo ninguna otra evidencia concreta; estas marcas tampoco pueden probar nada. No sé si Mark te ama o no, pero sí sé que lo amas lo suficiente. Olvida que te traje aquí hoy. Déjame llevarte de regreso”.

Arianne recuperó sus sentidos y dijo: “No tienes que hacerlo, volveré yo misma. No podré explicarme si Mark te ve. Gracias”.

Mientras Geralt observaba a Arianne desaparecer junto a las escaleras, levantó la pierna y borró las ya débiles marcas.

Después de dejar el edificio abandonado, Arianne se detuvo en seco y se dio la vuelta para mirar el edificio. Algo en su corazón parecía desmoronarse.

Mark se puso de pie y se quitó la camisa. “Aún es temprano, así que puedes descansar un poco más mientras me ducho. No cenaré en casa más tarde, ya que todavía tengo asuntos que atender en la oficina. Por cierto, escuché que hoy saliste por tu cuenta. ¿Por qué no llevaste a tus guardaespaldas contigo? Te dije que tu seguridad es de suma importancia en este momento, así que, ¿no podrías dejar de hacer que me preocupe por ti?”.

Ante la mención de su salida ese día, Arianne se despertó instantáneamente y ya no se sentía cansada. Fingió que no pasaba nada cuando dijo: “Solo quería salir y comprar algo, y sería extraño tener un guardaespaldas conmigo. Relájate, no salgo a menudo”.

Mark se inclinó y pellizcó amorosamente la nariz de Arianne. “¿Qué se supone que debo hacer contigo? Sólo me sigues desobedeciendo”.