La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1857

Geralt respiró hondo. “Estás bien. Perdí la credibilidad para seguir en esta profesión, por eso envié mi carta de renuncia ayer. Incluso antes de que asistieras a ese funeral, pensé en decirte la verdad, pero… no puedo conseguir traicionar a Teo. Por eso, lo siento de verdad, profundamente”, él explicó. “Sé que tu odio está dirigido a mí tanto como a él, así que no nos difamaré a los dos tratando de apelar a algún tipo de impresión favorable en tu mente. En cambio, ¿qué dices sobre negociar? Empezarás a comer algo y yo te ayudaré a pasarle algo a Mark para hacerle saber que todavía estás viva”.

Arianne se tambaleó hacia atrás impactada. ¿No le preocupaba en lo más mínimo que ella pudiera aprovechar esta oportunidad para informarle de su ubicación?

Por supuesto, no tardó en darse cuenta de lo imposible que era transmitir información útil... ni ​​siquiera la propia Arianne tenía idea de dónde estaba este lugar, y mucho menos decirle a Mark algo concreto. Una mirada por la ventana y todo lo que veía era un mar concentrado de bosque verde. Cada cosa en este entorno a su alrededor era completamente desconocida; fue hasta el punto en que comenzó a cuestionarse si todavía estaba dentro de los límites de la Capital a estas alturas.

Arianne reflexionó un rato sobre la opción; finalmente, decidió aceptar el trueque de Geralt. A partir de ahora, esa realmente era la única forma en que podía hacerle saber a Mark que todavía estaba viva. Por lo menos, podría aliviarlo, aunque sea un poco...

Por supuesto, ella no iba a estar de acuerdo con esto sin algún prólogo. “¿Y cómo voy a saber que harás lo que dijiste que harías y le pasarás mis cosas a Mark? ¿Y si me mientes, mmm? ¿Cómo demonios esperas que vuelva a confiar en ti?”.

Geralt levantó la mano. “Juro solemnemente por el nombre de mi madre que nunca más te mentiré”.

En este punto, Arianne tenía que creerle, por muy forzada que pudiera ser su confianza. “Está bien… confío en ti. Haces esto por el bien de Mateo; y yo por el de Mark. Mira, sé que es casi imposible, pero aún espero que puedas disuadirlo de esto por mí. Dile que me deje ir, por favor. También sé que, entre mentiras, trataste de advertirme que no asistiera al funeral, así que supongo que esa es una prueba de que no estás tan podrido como él”.

Bajo la atenta mirada de Geralt, Arianne terminó su huelga de hambre con un pequeño tazón de avena. Después de un período de agotamiento, ella sabía que era mejor no volver a las comidas pesadas.

Arianne no había traído mucho con ella el día de su secuestro, así que ahora todo lo que tenía eran sus aretes, uno de los cuales tomó y se lo entregó a Geralt. “Pásale esto a Mark y dile que estoy viva. Esto... es todo lo que necesito que hagas, ¿de acuerdo? No necesitas hacer nada más. Dile que no se angustie demasiado, ¿de acuerdo? Yo... estaré b-b-bien, sé que lo haré…”.

Mateo fue directo al grano. “¿Qué te pidió que hicieras?”.

Francamente, Geralt no había planeado decirle a Mateo sobre su pequeño acuerdo, pero este último logró predecir con precisión su intercambio, de cualquier manera. Comenzó a dudar en su respuesta antes de que Mateo continuara: “Algo en su carácter me dice que ella no estaría de acuerdo si no sacaba nada de eso”.

Geralt suspiró. “Así es. Ella quería que le pasara un arete a Mark. Tiene la intención de hacerle saber que ella todavía está viva”.

La negativa de Mateo fue rápida. “¡No, eso no se hará! Tienes que dejar que Tremont piense que está muerta, ¿me entiendes? No importa si Tremont lo cree; solo queremos que su convicción flaquee y pierda fuerza. Cuanto antes se rinda, mejor. Vamos, Ralt... solo ayúdame una última vez.