La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1895

Cynthia escuchó lo que decía Aristotle, pero sus manos no dejaban de hacer lo que estaban haciendo. Su cabeza estaba hecha un desastre. "No hay... no hay necesidad. Podré terminar con esto ahora. Ve y duerme un poco primero. Por cierto, ¿dónde dormiré esta noche? Hay tantas habitaciones aquí que le pediré a Agnes que me ayude a limpiar una".

Aristotle se acercó a ella y se puso en cuclillas. La agarró del brazo con una mano mientras con la otra cerraba el equipaje. "Duerme conmigo aquí y deja de ordenar ya".

Cynthia sospechaba que podría haber oído mal. Ella echó un vistazo a la gran cama detrás de él aturdida y de repente sintió que su palma, que estaba sujeta por él, ardía. "Y.… estás bromeando, ¿no es así, Ares? Aunque solíamos dormir mucho juntos cuando éramos niños, ahora somos adultos, así que ¿no sería un poco inapropiado?"

Aristotle dijo con una cara seria: "No estaba bromeando".

Cynthia entró en pánico un poco y recordó las palabras de Melissa una vez más. ‘¿Ares, a quien conozco desde hace tanto tiempo, albergaría una bestia salvaje en su corazón?’

Mientras estaba aturdida, Aristotle medio la empujó hacia la cama. "Está bien, vamos a dormir un poco. Apagaré las luces".

Inmediatamente después de decir eso, la habitación volvió a la oscuridad. Instintivamente se aferró al borde de su camisa. "¡Creo que será mejor que me vaya a dormir a la habitación de invitados!"

En la oscuridad, Aristotle besó con mucha precisión a Cynthia en los labios; la dulzura entre sus dientes era irresistible. Hacía mucho tiempo que él lo deseaba, pero era una lástima que Cynthia fuera todavía demasiado joven cuando dejó el país rumbo a Francia. Sin embargo, ahora, ella era una adulta de pleno derecho. Todas las cosas que no pudo hacer en el pasado, podría intentarlo ahora.

Aristotle sintió que algo dentro de él que siempre había estado encadenado se soltó lentamente. Sin embargo, en lugar de evitar que saliera, quería dejarlo correr salvajemente.

La chica a la que había protegido durante tantos años le pertenecía únicamente a él.

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