La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 216

Nina se encogió de hombros. "Si no hubiera escuchado sus palabras antes y lo hubiera visto enloquecer por tu culpa hoy, no hubiera creído que a le gustas. Si no es así, definitivamente lucharé por una oportunidad. Sin embargo, ahora es diferente. Nunca me ha gustado robarle la pareja a otra persona. Eres bastante increíble, siendo capaz de convertir a un hombre amable y angelical en un demonio. Te daré dos pulgares hacia arriba”.

En ese momento, Mary apareció de repente, “¡Oh, chicas están charlando aquí! Vengan, tengan algunas frutas”. Desde que ella escuchó las palabras de Nina, parecía que su prejuicio hacia ella también había desaparecido.

Nina también pudo sentir el cambio en el comportamiento de Mary y aceptó las frutas con gracia. "Claro, déjalos aquí, Mary”.

Mary dejó las frutas y miró a Arianne. “Ari, el señor está furioso. ¿Por qué no...? No importa, es una pérdida de tiempo hablar contigo. Tanto tú como el señor son muy tercos. ¡En este sentido, ambos son muy similares!".

Arianne bajó la cabeza, manteniéndose en silencio, cuando de repente Nina le dio de comer un trozo de melocotón. No muy acostumbrada a ser alimentada, su expresión era rígida pero agradeció a Nina con una sonrisa.

Nina sonrió. “Arianne, yo era muy fea cuando era pequeña. Asistí al mismo jardín de infantes y escuela primaria que Mark. Yo era un patito feo y él era el príncipe. ¿Puedes imaginar la diferencia? Él es alguien a que he adorado durante muchos años. No puedes decir cosas como que no lo amas, ¿esta bien? Mi corazón no puede soportar que él no sea amado...".

Hubo un breve instante en que Arianne vio algo brillando en el rabillo de los ojos de Nina. Eran sus lágrimas, brillantes como una estrella fugaz.

...

Mark se fue de noche otra vez. Esta vez, Nina no lo siguió. Nadie sabía a dónde fue. Cuando era la una de la mañana, Nina despertó a Arianne. "Mark aún no está en casa. ¿No estás preocupada?”.

Aún somnolienta, Arianne le dijo: “¿Por qué eres como Mary? Él es un hombre adulto. No se perderá. No puedo controlarlo, es inútil buscarme...".