La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 234

Medio minuto después, Jackson se bajó de ella. Tiffany se levantó y se arregló la ropa, sintiéndose un poco sin aliento. “Umm… se hace tarde. Regresaré temprano mañana por la mañana y limpiaré. ¡Tú duerme primero, yo me voy!”.

Jackson se sentó en el borde de la cama de espaldas a ella, por lo que Tiffany no pudo ver la expresión de su rostro. Como él no dijo nada, ella lo tomó como una aprobación silenciosa y se fue rápidamente.

No esperaba encontrarse con este tipo de situación en su trabajo normal de medio tiempo. Sin embargo, no fue difícil de entender. Un tipo como Jackson probablemente estaba acostumbrado a cosas como esa. Quizás otra mujer iría ahí tan pronto como se fuera.

Al día siguiente en el Chalet de Tremont...

Arianne se levantó temprano. Mark y Nina todavía dormían. Ella devolvió la llamada que recibió de Tiffany, que todavía estaba atolondrada por su sueño. Básicamente, la persona que contrataron se enteró de que alguien de la dirección postal se llevó al Sr. Sloane y que se había enfermado en aquel entonces. Eso fue todo por ahora.

Sabían sobre esto desde el principio, por lo que la información no tenía ningún valor. Se habían alegrado por nada.

Alrededor de las diez de la mañana, Mark bajó las escaleras. A juzgar por su atuendo, parecía que iba a salir. Arianne lo saludó, luego decidió invitar a Tiffany a charlar o ir de compras ya que no tenía mucho que hacer ese día. Nunca se esperó que Mark dijera, “Sígueme a mi oficina. Tengo una reunión a la que asistir. Allí puedes relajarte”.

Ella quería negarse, pero Mark rara vez estaba de tan buen humor para invitarla a su lugar de trabajo por su propia voluntad. Como finalmente estaban viviendo en armonía, no quería volver a meterse en un mundo de sufrimiento. “Claro, déjame cambiarme de ropa primero”.

Cuando llegaron a la Torre Tremont, Mark, inusualmente, tomó su mano y la colocó en su brazo. Ambos se veían muy íntimos de esta manera, y Arianne se sintió extremadamente extraña.

Mark respondió débilmente a sus saludos. “La reunión está por comenzar. Entremos”.

La mirada de Will se detuvo brevemente en Arianne antes de entrar en la sala de conferencias. Mark ignoró las miradas de los demás y le plantó un beso en la frente a ella. “Espérame pacientemente aquí”.

Arianne no dijo nada y mantuvo su pálido rostro inclinado. Ella podía tolerar sus planes y no sentirse incómoda por ello. Sin embargo, le importaba el hecho de que su comportamiento amable fuera sólo un acto para los demás a su alrededor. Eso estaba fuera de lugar.

Cuarenta minutos después, la primera mitad de la reunión terminó y algunas personas salieron de la sala de conferencias, incluido Will. Mark no salió porque necesitaba quedarse hasta el final de la reunión.