La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 298

Arianne negó con la cabeza. "No voy a entrar. Es incómodo encontrarnos. Devuélveselo por mi. Me voy ahora."

Mary la llamó apresuradamente: “¿Qué estás haciendo? Hace tanto calor. Mira lo roja que está tu cara por el calor. ¿Cómo puede tu piel soportar esto? Además, ¿qué pasa si sufres un golpe de calor? ¡El golpe de calor también puede matar! Puedes mantenerte alejado de él, pero ¿no quieres verme? Entra. ¡Puedes refrescarte en mi habitación!"

Después de un momento de vacilación, Arianne siguió a Mary hasta la habitación de la ama de llaves. Todos estaban trabajando a esta hora, así que no había nadie en la habitación. Aunque la habitación tenía capacidad para cuatro personas, había de todo y era muy espaciosa. Incluso tenía un baño individual y una cocina.

Mary regresó brevemente del piso de arriba y le devolvió la tarjeta. "Te lo dije, el señor no es tan mezquino. Él no la quiere y me pidió que te la devolviera . Dijo que la guardaras para emergencias."

Arianne se sorprendió. "¿En serio? ¿Dijo algo más?”

Mary negó con su cabeza. "Nada más. Solo preguntó si volviste. Le dije que sí, y que viniste a devolver la tarjeta. Después de eso, él dijo que te quedaras con la tarjeta en caso de emergencias."

Arianne lo consideró por un momento antes de quedarse con la tarjeta. Ahora ella estaba sola afuera y era inevitable que hubieran momentos en los que ella necesitaría dinero con urgencia. No era como si no pudiese quedarse con la tarjeta de todos modos. “Está bien, dale las gracias por mí. Dile que no despilfarraré. Solo lo usaré en caso de emergencia. Me iré ahora. Tú y Henry cuídense."

Mary envió a Arianne a la puerta con un suspiro y no la persuadió más para que se mudara de vuelta. Ella era mayor ahora, ya tenía demasiado de qué preocuparse.

Lillian estaba molesta. “¿Acaso lo que haces es comestible? Es terrible. Tú no tienes el dinero, pero Ari sí. Ella vive sola ahora. Solo tiene que cuidarse a ella misma, debe tener mucho dinero. ¿Qué tiene de malo salir a comer de vez en cuando?"

Tiffany arrastró a Arianne a la habitación y cerró la puerta. “Pide comida para llevar. Ari y yo haremos algo sencillo más tarde. Si quieres salir a almorzar, ¡hazlo por tu cuenta!"

"No quiero tener nada ahora. Voy a tomar una siesta," dijo Arianne mientras soltaba un suspiro de alivio.

De repente, la expresión de Tiffany se volvió solemne cuando dijo: “Ari, ¿por qué no te mudas? Buscaré un lugar para ti. No quiero decir nada con eso. Es solo que otro día que te quedes aquí significa otro día de mi mamá tratando de aprovecharse de ti. Está bien que me exprima hasta dejarme seca, pero ahora también ella se está aprovechando de ti. ¡No puedo soportarlo! Eres amable y tímida, entonces no puedes rechazarla. Sin embargo, ¡las dos no podremos alimentarla así!"