La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 338

Arianne no podía evitar querer compartir la alegría. Se sentía mágico. La primera persona en la que pensó fue en Mark, pero ella no le envió un mensaje de texto, temiendo que él estuviera ocupado. En su lugar, ella solo podía decirle a Tiffany.

Después de charlar con Tiffany por un rato, ella sentía que sus párpados se volvían pesados, y se quedó dormida sin saberlo.

Arianne no tenía idea de cuánto tiempo había pasado cuando escuchó vagamente que alguien abría la puerta. Todavía no se había acostumbrado al hecho de que acababa de regresar al Chalet de Tremont y ella pensó adormilada que todavía estaba en su apartamento. Ella era excepcionalmente cautelosa cuando se quedaba sola, y se preocupaba por la irrupción de rufianes, por lo que ella se despertó asustada de inmediato. "¡¿Quién es?!".

La luz de la habitación se encendió de repente mientras Mark la miraba fatigado. Él estaba parado en el lugar, con cuidado de no dar un paso adelante. "Soy yo. Vuelve a dormir, me voy a duchar".

Arianne respiró aliviada, se acomodó y se acostó, cerrando los ojos de nuevo.

Fue solo entonces que Mark se dirigió al baño. Él también estaba sorprendido. Él ya estaba siendo súper gentil, por lo que se sorprendió de que Arianne todavía estuviera asustada.

Al escuchar el agua en el baño, Arianne no pudo volver a dormir. Ella no esperaba que Mark volviera a casa esa noche, ya que pensaba que se quedaría en el extranjero por algún tiempo.

Después de ducharse, Mark se asombró un poco cuando vio a Arianne aún despierta. “Iré al estudio y dormiré allí también. Tienes la cama para ti sola".

El cansancio en sus ojos era evidente. Arianne podía verlo. Ella se movió hacia un lado, haciendo espacio para él. "Trabaja mañana. Ven y duerme".

Mark se quedó quieto. "No... no es conveniente". Él estaba asustado mirando su panza. ¿Y si él accidentalmente la golpeaba mientras dormía? Él no se atrevía a pensar en ello. Además, Arianne ahora tenía el sueño ligero. Podía despertarla solo con él girando de lado.

Como si se diera cuenta de algo, Arianne encontró una excusa. "Me duele la espalda baja, no puedo dormir".

Fue solo entonces que Mark se acostó en la cama y le frotó la espalda suavemente. Unos dos minutos después, Arianne habló: "Está bien, vamos a dormir. Te despertaré si vuelvo a sentir dolor más tarde".

"¿Qué estás haciendo aquí?", Arianne se sentó frente a ella y preguntó con frialdad.

Aery frunció los labios. "¿Acaso no puedo buscarte si no pasa nada? Pero en realidad tengo algo. Mi mamá te dio muchas cosas ¿eh? Ella no me dio ni un centavo de los bienes que ella obtuvo después del divorcio. Le pregunté pero ella dijo que no tenía ninguno. Probablemente te los dio. Debo tener razón, ¿cierto?”.

Arianne no estaba interesada en los bienes de Helen, pero si Aery se los estaba pidiendo, a ella no le importaba tener interés. “Sí, Helen me dio una propiedad y una tarjeta bancaria. No revisé cuánto hay ahí, pero no creo que haya mucho. Los Kinsey casi se fueron a la quiebra anteriormente, ¿cuánto tiempo ha pasado? La recuperación no sucederá tan rápido. Si yo fuera Helen, no me divorciaría tan pronto. No es como si pudiera sacarle mucho provecho".

Aery palideció. "Eres realmente audaz para ser una huérfana a quien Mark acogió. ¿No crees que hay mucho? ¡Te haré saber que la tarjeta que te dio Helen contiene al menos varios cientos de miles de dólares y que las propiedades que ella obtuvo son villas con un valor de más de cien mil dólares también!".

Arianne se encogió de hombros y preguntó: “¿Y qué? ¿Me las estás pidiendo de vuelta? Helen dejó a los Kinsey. Lo que ella ha obtenido le pertenece a ella individualmente. No puedes intervenir con quien ella quería dárselos. Al buscarme ahora mismo, solo te veo como ridícula".

Aery respiró profundamente para reprimir su rabia. Ella todavía tenía un as bajo la manga. "No te regodees. Tarde o temprano recuperaré lo que tienes. Mi mamá solo tiene una hija, esa soy yo. Tú eres la ridícula. Dijiste que no querías tener nada que ver con mamá pero aceptas el dinero que ella te dio. ¡Sinvergüenza! ¡Y yo pensaba que eras orgullosa! ¡Hipócrita! Hay una cosa más por la que vengo hoy…”. Mientras Aery hablaba, ella sacó un reloj de su bolso. “Mark dejó esto. Es también su reloj favorito. Devuélveselo por mí".