La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 385

Arianne miró instintivamente a Mark y preguntó: “¿Podemos buscarlo ahora? ¡Lo necesitamos urgentemente!”.

“¡Por supuesto!”. Lilian respondió emocionada como si estuviera drogada: “Sería bueno si pudiera encontrarlo, ya que ahora necesitamos dinero. ¡La tierra es como un paraguas en un día lluvioso porque es muy valiosa! ¡Eres como una estrella de la suerte para mí, Ari! Ni siquiera sabía que teníamos un pedazo de tierra. Definitivamente nos pertenece a nosotras, madre e hija, ya que fallecieron mi suegro y el padre de Tiffie. ¡No hay duda al respecto! ¡Démonos prisa, ayúdame a encontrarlo!”.

Mark se levantó de su asiento ya que estaban listos para partir. Sin embargo, el teléfono de su escritorio sonó de repente. Escuchó la voz de Ethan al final de la línea antes de que pudiera siquiera hablar. “Supongo que te diriges a la casa de Lilian para buscar el certificado de la tierra, ¿no es así? Bueno, tengo algo que decirte antes de que te vayas”.

Mark preguntó con el ceño fruncido: “¿Qué estás tratando de hacer?”.

Ethan se rio en silencio con frialdad, “Encontré una carta sin enviar cuando estaba revisando las pertenencias de George, ¡y era para ti! ¿Puedes adivinar el contenido de la carta?”.

Mark se detuvo un momento antes de preguntar: “¿Qué es lo que quieres?”.

Ethan se rio de buena gana. “Nada, pero definitivamente me voy a quedar con la tierra. Puedes competir conmigo si tienes las agallas. Hablemos en otro momento. Estoy seguro de que no estás de humor para hablar ahora. Sólo llamé para hacer un trato contigo. Guardaré tu secreto si tú guardas el mío. Oh, lo siento, soy tu chivo expiatorio”.

Los nudillos de Mark se pusieron blancos mientras su agarre en el teléfono se apretaba. Después de una pausa momentánea, dijo: “Hablemos en otro lugar. Te escribo después”. Colgó el teléfono sin esperar la respuesta de Ethan. Sin embargo, le envió un mensaje de texto a Ethan pidiéndole que dejara en paz a Tiffany.

La respuesta de Ethan llegó casi al instante. “Este es mi asunto personal. Aléjate de eso”.

La mirada de Mark estaba enfocada en su teléfono, pero no continuó su conversación con Ethan. Finalmente recuperó la compostura y desvió la mirada hacia Arianne. “Tendremos que ir en otro momento. Primero conseguiré que alguien lleve a Lillian a casa”.

Arianne estaba confundida sobre por qué las cosas cambiaron tan abruptamente después de que Mark recibió esa llamada. Después de todo, acababan de aceptar un plan hace un momento. Pudo adivinar vagamente la razón después de un tiempo, así que decidió consolar a Lillian primero e interrogar a Mark después. “Sra. Lane, ¿por qué no se va a casa primero y hablamos de esto más tarde? Quizá usted pueda buscarlo primero. Si lo encuentra, llámeme”.

De hecho, Arianne lo sabía incluso sin su explicación. Ella sólo quería saber qué deberían hacer a continuación. “¿Qué podemos hacer ahora? ¿Por qué no buscamos el certificado de propiedad de la tierra? Todavía podemos buscar el certificado y decirle a Tiffie la verdad cuando obtengamos la tierra. En ese momento, sus planes se frustrarían. ¿Por qué no vamos a la casa de Tiffie?”.

Había demasiadas incertidumbres por delante, y la carta había arruinado sus planes. Él se mostró reacio a decirle la verdad. “Déjame solo. No te involucres. Resolveré esto por mi cuenta. No se trata sólo de Tiffany. Este asunto es entre Ethan y yo”.

Arianne ya no insistió en preguntar más. Después de calmarse, volvió a llamar a Tiffany. Se sorprendió cuando la llamada realmente se conectó. “Oye Ari, lo siento mucho. Ethan me acaba de comprar un teléfono nuevo. Ayer dañé el mío. ¿Hay algo urgente? ¿Deberíamos hablar por teléfono? Ahora estoy en el trabajo y tengo que cuidar de Ethan después del trabajo”.

Arianne decidió decirle a Tiffany la verdad por teléfono. Le preocupaba que la situación volviera a cambiar. “Mantente alejada de Ethan tanto como sea posible, él...”.

Antes de que pudiera terminar de hablar, alguien le arrebató el teléfono. Ella se dio la vuelta confundida cuando vio a Mark parado detrás de ella. “¿Qué pasa?”.