La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 412

Tiffany negó rotundamente: “No estoy preocupada. Es ridículo, ¿entiendes? ¡Ridículo! Hablando de eso, ¿qué pasó con ese postre que hiciste? Escuché que Mark casi pierde la vida después de consumirlo. ¿Y que incluso tuvo que ir al hospital por una intravenosa?”.

Arianne se sintió deprimida ante la sola mención de ese asunto: “No hay mejoras. Si pudiera hacer que el exterior del postre se viera bien, eso ya sería un logro, pero simplemente no sabrá bien. Ni siquiera Bola de Arroz quiere comérselo. Ahora, cada vez que alguien en casa me ve en la cocina, tiemblan de miedo. Estoy tan preocupada”.

Tiffany se echó a reír, pero no se excedió en burlarse de ella. Se detuvo en el momento justo: “Ari, ¿te gustaría venir a ver casas conmigo? Mi madre quiere mudarse y temo que sea quisquillosa. Ven y ayúdame a convencerla para que una vez que esté casi terminado, podamos decidir. Al menos, no tendré que lidiar con ella caminando todo el día y todavía sintiéndose insatisfecha”.

Arianne estuvo de acuerdo. De todos modos, no tenía nada más que hacer.

Una vez que se volvieron a encontrar, Tiffany llevó a Arianne a un lado y le dijo en voz baja: “Mi madre definitivamente va a buscar villas. Tú llevas muchos años viviendo en el Chalet de Tremont, así que debes tener buen ojo. Vamos a persuadirla y acabar con esto. Siempre que la casa sea tolerable y el precio no supere el millón de dólares, podemos aceptarlo. No tengo suficiente paciencia para pasar un día entero con mi mamá, buscando casas. Es demasiado tortuoso. Estemos de acuerdo en eso”.

Arianne asintió: “¿Ethan y tú se van a casar? ¿Él está comprando esta casa?”.

Tiffany frunció el ceño y sacudió la cabeza: “Ethan y yo no nos vamos a casar tan pronto. Mi mamá está ansiosa por mudarse a un nuevo lugar y me está presionando para casarme para que Ethan pueda darnos una casa y ella pueda mudarse lo antes posible. Sin embargo, ya le dije que no me casaré tan pronto y que si quiere mudarse, solo puedo pagarlo con mi propio dinero. No sé si mi madre realmente escuchó todo eso”.

¿Ella ni siquiera sabía si Lillian la escuchaba? Eso era un problema.

Habían visto villas de tres lugares diferentes por la mañana. Lillian se negó a conformarse con menos de siete u ocho habitaciones. Ella se quejaría de que las habitaciones tenían una mala configuración, que eran demasiado pequeñas o que la ubicación estaba demasiado aislada.

Durante el almuerzo en un restaurante al mediodía, Tiffany sacó los planos de cada casa que habían visto y se los mostró: “Elige. Elige uno. No estoy andando por ahí contigo. Las villas en estas áreas ya son bastante buenas. Deja de perder el tiempo”.

Arianne estaba molesta, $900,000 dólares se consideraba como un precio altísimo para ella. Desafortunadamente, no era nada para Lillian. Tiffany respiró hondo y dijo: “Muy bien, adelante entonces. Nos separemos después del almuerzo; puedes ir a donde quieras. Le diré a Ethan que conseguiremos una casa cuando decida casarme. Si deseas mudarte ahora mismo, compra una casa con tu propio dinero. Fin de la discusión”.

Era como si su almuerzo estuviera mezclado con pólvora. Lillian puso una cara larga. Luego, de repente miró hacia arriba y le dijo a Arianne: “Ari, Ethan es, después de todo, el hermano de Mark. Eres su cuñada; ¿Por qué no te preocupa la boda de tu hermano menor? Tiffie también es tu amiga. No puedes ser injusta con ella”.

Arianne estaba atascada por una respuesta cuando Tiffany arrojó su cuchillo y tenedor, luego se fue: “¡Dios, estoy tan enojada!”.

Arianne no estaba segura de si debería reír o llorar: “Está bien, Tiffie. El clima ya está lo suficientemente caliente, no te acalores. Lo que dijo tu madre tiene sentido. Si tú y Ethan van a casarse, Mark y yo... no deberíamos ser tan indiferentes. Sin embargo, no tengo nada que decir en los asuntos de la familia Tremont, así que no tiene sentido que tu madre me pregunte”.

Tiffany se masajeó la frente: “Ethan lo dijo él mismo, lo haría por su cuenta. Por lo tanto, tú y Mark no necesitan preocuparse por ese asunto o preocuparse por él. No debería haberte invitado hoy. Solo terminé arrastrándote conmigo a su acoso. Esto es muy vergonzoso. Vamos, te invito a una taza de té con leche”.