La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 417

Arianne siguió su línea de visión y su corazón dio un vuelco. Mark era tan llamativo como siempre, incluso cuando estaba rodeado por una multitud. No podía pasarlo por alto aunque lo intentara. Ella no estaba segura de si se debía al alcohol, pero no tenía tanto miedo como solía tener. Para una dosis extra de coraje, se sirvió otro vaso y se lo bebió. “Tiffie, tengo que irme. Llámame si necesitas algo…".

Mark y su grupo de guardaespaldas llegaron a su puesto poco después. Arianne se arrojó valientemente a su abrazo antes de que él perdiera los estribos. “Estaba cenando con Tiffie y todavía era temprano, así que vinimos aquí. ¿Qué estás haciendo aquí?”.

El rostro de Mark parecía sombrío. La expresión de embriaguez en el rostro de ella lo hizo hervir de rabia. Se obligó a controlar su temperamento. “Vine por ti. Vamos a casa”.

Arianne se despidió en secreto de Tiffany y salió del bar con Mark. Ella descubrió que Jackson también estaba en el bar, ¡y fue él quien le reveló su ubicación a Mark!

“¿Cuánto tiempo más planeabas quedarte si Jackson no me dice sobre esto? ¿Quién te dijo que vinieras aquí? ¿Tienes idea de lo peligroso que es para las chicas emborracharse en un lugar como este? ¿Me estás escuchando en absoluto? ¿Quieres conocer a tu creador?”.

Arianne actuó dócil y obediente cuando se enfrentó a la ira de Mark. “Entiendo… no volveré a poner un pie en este tipo de lugares. Si alguna vez lo hago, te pediré que vengas. ¿Estará bien?”.

Él respiró hondo y se masajeó las sienes, aliviando su dolor de cabeza. “¡No habrá una próxima vez! Además, no volveré a venir a estos lugares”.

Ella tenía demasiado miedo de responder. De repente, sintió que se le revolvía el estómago. Trató de contenerlo por un tiempo, pero se encontró incapaz de hacerlo. Rápidamente le dijo a Brian que detuviera el coche: “Necesito vomitar. ¡Para el coche!”.

Brian rápidamente detuvo el coche a un lado de la carretera. Después de un ataque de vómitos particularmente espeluznante, Mark bajó del coche y le entregó un pañuelo de papel y una botella de agua mineral con disgusto. “¡Realmente quiero dejarte a un lado del camino!”.

Ella frunció los labios, se limpió antes de volver a subir al auto. Claramente lo había vomitado todo, pero el alcohol había adormecido todos sus sentidos, quitándole los últimos vestigios de su conciencia.

Cuando llegaron al Chalet de Tremont, Mark la llevó al dormitorio, parecía llenó de asco. La arrojó a la bañera antes de llenarla de agua. Antes de que pudiera ayudar a limpiarla, ella agitó las manos, empapando completamente su ropa. Él apretó los dientes y le quitó la ropa antes de quitarse la suya. Él realmente no tenía la fuerza para limpiar después de cuidarla y limpiarla.

“¡Mark Tremont, eres tremendamente excitante!”. Arianne declaró audazmente, tomando su rostro entre sus manos, felizmente inconsciente de lo terriblemente negro que estaba el rostro de él en ese momento.

“¿Quién te enseñó eso?”.

Ella se rió alegremente: “Tiffie lo dijo, y estoy de acuerdo”.

Él le dio dos golpes en el muslo. “Nunca le digas estas cosas a nadie más, solo puedes decírmelo a mí. ¿Entendido?”.

Ella respondió de manera similar y lo abofeteó dos veces. “¡Entendido! Tu cara está tan roja. Es como si te estuvieras quemando”.