La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 425

Tiffany sintió que Ethan estaba siendo grosero, pero sabía que hablar ahora sólo empeoraría las cosas. Por lo tanto, solo podía mirar a Jackson en tono de disculpa.

Jackson entrecerró los ojos y habló con frialdad. “No es necesario que me pagues el favor que ella me debe. No te estaba haciendo un favor en tu ausencia ya que ambos estaban separados en ese entonces. No es muy amable de su parte hablar de esta manera. Dios siempre está mirando. A veces, tienes que perdonar a los demás para perdonarte a ti mismo. Se puede perdonar un error, pero los errores repetidos solo demostrarán que un leopardo nunca cambia sus manchas”.

Tiffany se sorprendió. No esperaba que Jackson le respondiera a Ethan de esa manera. Después de todo, ese hombre nunca se tomaba las cosas como algo personal. Ella había esperado que él se fuera con una sonrisa en su rostro.

Ethan apretó los puños cuando escuchó el significado subyacente de las palabras de Jackson, pero tenía una sonrisa burlona en su rostro. “Parece que tienes un gran problema conmigo. ¿Qué es lo que quieres decir? Dímelo a la cara, no hay necesidad de contener nada”.

No había forma de que Jackson pudiera hacer eso, y Ethan lo sabía. Jackson no tuvo más remedio que aguantar por el bien de Mark. Miró a Tiffany e ignoró la provocación de Ethan. Dio marcha atrás en su coche un poco antes de desaparecer en la noche.

Ese enfrentamiento fue sin duda la victoria de Ethan. Solo había provocado a Jackson con tanta valentía porque sabía que el hombre no revelaría la verdad. Jackson nunca fue alguien que se dejara convencer por las mujeres a pesar de estar rodeado de tantas. No había forma de que traicionara a su mejor amigo por una mujer.

De regreso al coche de Ethan, Tiffany permaneció en silencio mientras bajaba la cabeza. Uno era su novio, la otra persona era Jackson, quien la había ayudado cuando lo necesitaba. Si estos dos hombres se pelearan, ella no podría ponerse del lado de nadie.

Ethan estaba un poco insatisfecho con su actitud. “¿Qué? ¿Estás molesta? Puedes decirme si lo estás, no hay necesidad de ocultarlo”.