La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 443

Una mujer de mediana edad entró apresuradamente y se llevó la vasija. Ethan levantó su brazo para palmear la espalda de Tiffany, pero lo dejó de nuevo y simplemente movió la caja de pañuelos a un lugar a su alcance. “Esa era Maria. Ella se ocupará de tus necesidades diarias a partir de ahora, así que puedes decirle lo que quieres comer".

Tiffany actualmente no tenía apetito en absoluto. Era normal que ella estuviera bastante irritable. Ignoró las palabras de Ethan y solo rezó para que se fuera pronto. ¡No quería verlo a él ni a ningún otro hombre en este momento!

Cuando Ethan fue a verla al día siguiente, solicitó hablar con Arianne. Después de todo, Arianne debe estar presa del pánico por su desaparición. Como todavía tenía que quedarse aquí unas dos semanas más, no quería preocupar a otras personas.

Ethan parecía que vino de prisa. Su frente estaba llena de sudor mientras se quitaba la chaqueta del traje y la colocaba sobre el borde de la cama. “Ya me comuniqué con ellos y les informé que estás conmigo. Te traje algunos libros que María te traerá más tarde. Puedes leerlos si está aburrida. Sé que no te gusta leer, así que te traje los libros más interesantes. Todavía tengo algunos asuntos que atender, pero podré quedarme a tu lado a partir de esta noche".

Tiffany pudo escuchar el tono peligroso en su voz. "¡No necesito que estés a mi lado! ¡Yo tampoco quiero verte!"

Él le frunció el ceño. “Si quieres estar encerrada aquí por el resto de tu vida, entonces sigue luchando contra mí. Tengo mucha paciencia para eso".

Eso obligó instantáneamente a Tiffany a sofocar su ira. Ethan solo le estaba pidiendo que se quedara aquí medio mes; ¡Ella también podría cumplir sus deseos para poder dejar este lugar y escapar de este diablo...!

Esta vez, Ethan no se quedó tanto tiempo y se fue después de veinte minutos. Tiffany escuchó mientras el sonido de su auto se desvanecía en la distancia, luego trató de salir de la cama para hacer algo en otra parte. Desde que llegó aquí, se había mantenido encerrada en esta habitación. La habitación era bastante grande, con su propio baño y váter adentro. Independientemente, todavía era una prisión. Ella nunca había estado encerrada así antes y no podía soportarlo más.

Tan pronto como entró en la sala de estar, Maria se acercó apresuradamente. "Señorita Lane, ¿a dónde va?"

Tiffany no tenía una buena impresión de nadie asociado con Ethan, incluso si María parecía una dama amable. "¿No puedo simplemente caminar? Incluso a los prisioneros se les permite tomar aire fresco en los horarios asignados. ¿Te parezco una prisionera?”

María tenía una expresión preocupada en su rostro. "El señor ha ordenado que no se le permita salir de la habitación cuando él no está cerca. Si requiere de algo, dígamelo y lo haré por usted".

Sus ojos de repente se volvieron duros. “¿Así que Jackson West puede hacer esto, pero yo no? ¿Cuánto tiempo hace que lo conoces? Incluso si ustedes no lo han hecho, él al menos debe haber tocado tu cuerpo, ¿verdad? ¡No creas que no sé qué has pasado la noche con él en la residencia de la familia West!"

“Sí, es tal como dijiste, ¡he hecho todo con él! Es mi tipo de hombre ideal. Aparte de tener sexo, hemos hecho de todo. ¡No recuerdo haber vuelto contigo en ese momento! Entonces, ¿me has estado acosando desde entonces? ¡Que Patán! ¿Te debía tanto en tu vida pasada que tuviste que arruinar a mi familia? ¡Qué más quieres!" ella le gruñó.

Toda su anterior dulzura y sumisión se desvanecieron sin dejar rastro. La arrastró de vuelta a la cama con brusquedad y la inmovilizó bajo su cuerpo. “¿Qué más quiero? ¿Aún no sabes lo que intento hacer? ¡Solo quiero tenerte y hacerte mía! ¡Entonces quiero sacarte fotos obscenas y enviárselas a Jackson para que las pueda ver bien!"

Tiffany tembló de miedo y no se atrevió a pronunciar una palabra más. Ella solo había hablado de Jackson de esa manera para enojarlo, pero ahora temía que Ethan realmente hiciera lo que acababa de decir ...

Al mirar sus ojos llenos de terror, Ethan se calmó gradualmente. No la dejó ir, pero le acarició la mejilla con cariño mientras susurraba: "No trates de hacerme enojarme siempre y me hagas perder el control de mí mismo, Tiffie ... Puedo tratarte muy bien y darte lo que quieras, ¿de acuerdo? Incluso estoy dispuesto a darte tiempo para que me aceptes. ¿Puedes darme una oportunidad, por favor?”