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Lynn dejó escapar una rápida curva de sus labios. "Oh, no, no. Contuve la respiración cuando me estaba agachando hace un momento."
Mientras las dos estaban bromeando, un grupo de veintitantos hombres atravesaron por la puerta principal, todos ellos vistiendo trajes de negocios con sus carnets de identificación puestas en el pecho.
Curiosamente, no había ninguna mujer entre ellos; esta curiosidad atrajo la atención de Tiffany. La experiencia le decía que los hombres no solían visitar los cafés en multitudes, y las mujeres generalmente apreciaban mejor todo lo dulce.
Instintivamente, ella razonó que estos hombres estaban aquí para comprarles a sus novias. "¡Bienvenidos! ¿Qué les gustaría? Aquí están nuestros productos más recientes, y están garantizados que serán los favoritos entre las damas. ¿Quieren que se los introduzca?"
Un hombre bien afeitado que dirigía la tropa se mostró un poco tímido. "Um, bueno... Bastará con darnos a todos un conjunto de sus recomendaciones."
Tiffany arqueó una ceja. “¿Hmm? ¿Comerán aquí? ¿No están comprando para sus novias o amigas?"
Los amigos del hombre ya habían tomado asiento cuando uno respondió: “¿Qué novia? ¡Las estamos viendo ahora mismo! O más bien, esta tienda que está llena de hermosas damas — oye, ¿dónde están las otras dos?"
¡Golpe! Lynn golpeó el menú con fuerza en la mesa antes de que Tiffany pudiera responderles. "Por favor sean pacientes. Su comida será servida pronto.”
No había ni un atisbo de sonrisa en ninguna parte del rostro de Lynn, y con la mueca que ella tenía, incluso podría ser peligroso provocar su ira. Sin embargo, uno de los hombres fue lo suficientemente temerario como para decir: “¿Tienes Instagram, señorita? Es para facilitar el contacto en el futuro. Nos encantaría ordenar directamente de ti en el futuro cuando el modo por dulzura entre en acción."
Lynn se volvió firme. “Llamar al número de esta tienda servirá. Mira, está ahí mismo, mirándote desde la pared."
Un miserable rechazo no fue un golpe humillante para el hombre, quien continuó bromeando, "¿Y quién suele responder? ¿tú?"
Lynn ya había regresado a la caja. "La que está lamentablemente libre en ese momento, me temo."
El hombre bien afeitado no había dicho una palabra después de su intercambio, aunque ocasionalmente lanzaba miradas en dirección a la cocina.
Como era de esperar, Tiffany entró en la cocina para informarle a Arianne sobre este emocionante hallazgo. “¿Oye, Ari? Creo que alguien está loco por ti," ella comenzó. “Hay un montón de chicos comiendo postre ahora mismo; creo que trabajan en el edificio de oficinas frente a nosotros. De todos modos, esta es la primera vez que están aquí, y ya están diciendo tonterías como cómo esta tienda está llena de chicas hermosas, o cómo están aquí por ellas, bla bla. Oh, pero eso no es todo. Uno de los realmente guapos parecía estar muy interesado en ti, porque no dejaba de mirar en esta dirección. ¡Ni siquiera nos miró a ninguna de nosotras! Dios, si él supiera que ya estás casada — ¡él podría necesitar una ambulancia!"
Arianne, sin embargo, no mostraba interés. "Vaya, buena historia," ella entonó. “Ahora, ¿puedes ahorrarte la charla ociosa? ¡Estoy un poco ocupada aquí!"
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