La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 492

Tanya no se atrevió a hacer un sonido. Ella era quien había comido más entre los que estaban en la tienda. Todos tenían solo una porción, pero ella tenía dos en cada comida...

Jackson se sentó obedientemente. Cuando Tiffany movió su mano para traerle algo de comida, pero él inconscientemente se alejó como si estuviera tratando de bloquear un fuerte golpe, asombrando a todos.

Tiffany también se sorprendió. "¿Qué estás haciendo? Estás haciendo que parezca que te golpeo todo el tiempo. No es que no sepa qué tan bien puedes pelear. ¿Estás intentando manchar mi reputación?".

Jackson dijo con una sonrisa: "No seré capaz de ponerte un dedo encima por muy buen peleador que sea. Incluso si me golpeas, no me atrevo a tomar represalias... Siempre me golpeas de todos modos. Anoche, incluso me pateaste...".

Arianne se atragantó y tosió durante un rato antes de recuperarse finalmente. “Suficiente, los dos. Esto no funciona peleando, se trata de ser amorosos, ¿de acuerdo? Muy bien, Tiffie, no entres al mediodía. Ve a hacer lo que quieras. Nosotros nos podemos hacer cargo".

Naya, Tanya y una nueva empleada asintieron con la cabeza. Se sentían como si estuvieran viendo un episodio de un drama hoy. Sus corazones no pudieron soportarlo.

Después del almuerzo, Jackson se llevó a Tiffany. La mejor manera de apaciguarla era comprarle muchos bocadillos. Por lo general, estaba de mejor humor cuando comía. En ese momento, será más fácil para él apaciguarla con su lengua elocuente.

Cuando regresaron al hotel con los bocadillos, Jackson suavizó sus pasos una vez que salieron del ascensor. “Más suave. Mi mamá está en la habitación opuesta a la mía. Vino aquí temprano en la mañana y ahora está durmiendo".

Tiffany apartó la mano, luciendo abatida. "No habría venido si lo hubiera sabido. ¡Me retiro, adiós!".

Jackson no se atrevió a discutir con ella en el pasillo. Le tapó la boca y tiró de ella hacia la habitación. Suspiró aliviado tan pronto como cerró la puerta. “Está bien, mi bella dama, puedes hacer lo que quieras ahora. Siéntete libre”.

Tiffany se quitó los zapatos y se sentó en el sofá para desempacar todos los bocadillos, quejándose mientras comía: “¿Sabes lo vergonzoso que fue cuando tu mamá vino a la tienda? Debiste saber que no le agrado, pero aun así te juntaste conmigo antes de que pudieras cambiarle la opinión sobre mí. ¡Es tu culpa! ¡He sufrido por tu culpa!".

Jackson asintió. "Tienes razón. Es mi culpa. No estaba preparado. Mi mamá no suele ser así. Es fácil llevarse bien con ella. No dejaré que suceda una segunda vez".

Al darse cuenta de lo que iba a hacer, Tiffany quiso huir. Ni siquiera le importaba ponerse los zapatos. Por desgracia, antes de que pudiera llegar a la puerta, Jackson la cargó como si fuera un animal diminuto.

"¿Por qué estás huyendo? Te lo dije, no puedes simplemente decir esas cosas. Tienes que pagar por decirlo. Yo, Jackson West, nunca había tenido ninguna mujer que rompiera conmigo antes. No puedes ser una excepción, no importa lo especial que seas. Una vez que aceptas convertirte en mi novia, ¡es imposible terminarlo!".

Tiffany luchó con todas sus extremidades. "¡Suéltame!".

Jackson no cedió. Su mirada parecía un poco confusa cuando la arrojó sobre la cama de una manera fingida y castigadora.

Cuando Tiffany aterrizó en la cama blanda, tuvo un momento de vértigo. Antes de que pudiera levantarse, la presionó de nuevo sin decir una palabra y se puso manos a la obra de inmediato.

Tiffany sabía que Jackson lo decía en serio. Sus manos protegieron su última línea de defensa, pero fueron apartadas con fuerza y ​​clavadas sobre su cabeza. Sus besos en su hermoso cuello fueron profundos. Ella resistió con todas sus fuerzas al principio, pero cuando se agotó, solo pudo dejar que Jackson hiciera lo que quisiera. En este momento, las escenas en las que los hombres de Aery la atraparon y abusaron de ella aparecieron en su mente de manera inoportuna. Pensó en acurrucarse de miedo y evitar a Jackson. Sin embargo, hizo todo lo posible por abrir los ojos y mirar a Jackson, diciéndose a sí misma que era él, no eran los otros hombres. Solo al hacer eso podía contener el terror que sentía...